Las exportaciones de carne vacuna del primer semestre alcanzaron un nivel prácticamente similar al de todo el año 2016, lo que da cuenta del enorme salto que tuvieron los embarques del producto desde que el Gobierno de Cambiemos decidió eliminar las restricciones que impuso el kirchnerismo y que afectaron a la ganadería, al comercio y a la industria de carne vacuna.
Entre enero y junio, la producción de carne vacuna sumó 1,5 millón de toneladas, lo que significó un salto de casi 10% respecto del primer semestre del año pasado. Se trata de un salto porcentual muy importante para una actividad que suele tener movimientos más leves y en la que las consecuencias de los cambios se reflejan en el mediano y largo plazo.
Ese crecimiento de la producción estuvo alentado por el nuevo contexto económico e institucional, y permitió a su vez un incremento notable de las exportaciones sin que se viera afectado el consumo local de carne vacuna, que siguen en el orden de los 60 kilos por habitante/año. Por el contrario, según los indicadores oficiales, el consume promedio se elevó 3% respecto del primer semestre de 2017.
El último dato oficial sobre las exportaciones corresponde a mayo pasado. Hasta ese momento se habían exportado 182 mil toneladas de carne, casi 60% más que en el mismo lapso del año anterior.
En junio la producción de carne vacuna sumó 248 mil toneladas. Si a ese valor se le resta lo destinado al consumo interno (unas 208 mil toneladas) se desprende entonces que las exportaciones el mes pasado habrían rondado unas 40 mil toneladas.
Esto significaría que, en el acumulado del semestre, el total de carne exportada por la Argentina rondaría unas 220 mil toneladas. Es casi el mismo volumen que se embarcó en todo el primer año de gestión de Mauricio Macri, cuando se llegó a las 230 mil toneladas, dejando atrás años de restricciones a las exportaciones (mediante los ROE Rojos y las retenciones) en los que los niveles de embarques fueron ínfimos, de poco más de 100 mil toneladas..