Un estudio de la Fundación Mediterránea, transcurrido el noveno mes del año o el tercer trimestre de 2018, como usted prefiera, muestra que la devaluación y la consecuente mejor del tipo de cambio todavía no tiene un impacto claro sobre las economías regionales, cuyas ventas al exterior están repuntando de modo muy desparejo. De todos modos, crecen por arriba de las exportaciones generales, que subieron solamente un 3% este año en la comparación interanual, debido a la retracción especialmente de la soja y sus derivados por culpa de la sequía.
“En general, con algunas importantes excepciones, como soja y sus derivados, las ventas externas de productos regionales han tenido una mejora en lo que va de este año. Sin embargo, no terminan de influir sobre sus economías, debido al bajo peso de las exportaciones”, indicó un informe de Jorge Day, investigador del IERAL, el instituto de investigaciones económicas de la Fundación cordobesa.
El siguiente gráfico es la mejor aproximación a lo que ha sucedido con als exportaciones de productos regionales en los primeros nueve meses de 2018:
Dice Day: “Resumiendo, salvo por soja y algún otro producto (el vino fraccionado, el azúcar y las naranjas), hay indicadores positivos en materias de venta externas en las economías regionales”. Lo que se plantea luego el analista es tratar de saber que estas mayores ventas “se dieron por cantidad o por precio”. Y aquí la respuesta es que ha predominado un aumento en las cantidades exportadas.
Todo un dato que habla de cómo funcionan los mercados: “Además del aumento en cantidad, también se observa una correlación negativa (aunque no perfecta) entre cantidades y precios: aquellos que más incrementaron las cantidades fueron los que redujeron más sus precios”, dice el trabajo de la IERAL. Que discierne que “obviamente no ha sido una buena noticia para esos productores primarios, que han recibido menores precios.
Luego Day analiza que a pesar de mandar el exterior más volúmenes de productos regionales, las economías provinciales todavía no han sentido el impacto de esas mejores exportaciones. No la han sentido porque la recuperación es incipiente, y además porwue el comercio exterior suele representar menos del 10% del producto bruto de cada región.
Señala el investigador del IERAL que es importante que este proceso no se detenga. “Para el futuro inmediato, un punto relevante es la dinámica del dólar. La preocupación es si vuelve a rezagarse con respecto a la inflación, lo cual le quitaría ese impulso exportador. Para el mediano plazo, la clave es cómo lograr que las regiones pasen a ser más exportadoras, de manera que puedan ampliar sus mercados”, afirma.