A pesar de las políticas anti ganaderas y los cambios productivos que derivaron en un achique de la superficie pecuaria enorme, con cerca de 12 millones de hectáreas cedidas a la agricultura en las dos últimas décadas, la actividad supo acomodarse y con menos superficie producir la misma cantidad de carne.
No es poco teniendo en cuenta las restricciones comerciales que sufrió la cadena cárnica, como tampoco es menor el potencial que tiene y que se podría lograr con las medidas necesarias.
Por supuesto es clave el orden macroeconómico que tanto necesita toda la sociedad, pero también se requieren de medidas sectoriales que alienten los negocios e inversiones en el sector ganadero y en la industria frigorífica.
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El potencial es alto. La ganadería podría estar produciendo 30% más de las actuales 3 millones de toneladas al año. Así lo consideró el consultor Ignacio Iriarte que en su último Informe Ganadero.
“Según los últimos datos publicados por SENASA, entre el trienio 2003-2005 y el 2020-2022 la relación ternero/vaca (indicador imperfecto del destete) habría pasado del 63% al 68,5%, una mejora de 5,5 puntos porcentuales en algo menos de veinte años”, apuntó el reconocido especialista.
El destete mejoró porque la seca obligó a “limpiar” los campos de vientres improductivos, pero también porque la carne de esas vacas fue bien pagada por la demanda desde China, lo que ayudó a que los criadores inviertan en pasturas, genética y mejore el resultado productivo de sus rodeos.
Pero al mismo tiempo se dio un incremento en el peso promedio por res faenada, que tuvo pisos de 210 kilos en los peores años, cuando la seca fue acompañada de restricciones a las exportaciones y fuertes controles de precios impuestos por funcionarios, como el ex secretario Guillermo Moreno.
La tendencia se revirtió con mejores perspectivas exportadoras y cuándo la recría se impuso como salida a la suba de costos lo que permitió la faena de animales con mayor peso.
“El peso medio por animal faenado se ubica en los últimos meses en los 235-236 kilos carcasa, contra unos 228-230 kilos de un año atrás. Elevando la tasa de destete al 75%, y el peso medio a los 250 kilos (como sucede en Brasil o Uruguay), la producción de carne rodeo argentino podría ser 750 mil toneladas mayor a la presente”, dijo el analista.
Si se diera ese incremento la Argentina estaría produciendo 3,85 millones de toneladas de carne. Eso incrementaría el nivel de productividad de la industria, mejoraría su capacidad de pago al productor, éste se vería alentado a producir más y el círculo virtuoso en pocos años más debería arrojar mejores resultados. A la vez habría mucha carne para el mercado interno y más oferta para la creciente demanda mundial.
Para eso se requiere de dirigentes con otra visión, que dejen de lado las urgencias de la política en el corto plazo que los llevan a tomar medidas en función de su propio beneficio y reinvensión para sostenerse en los puestos desde los que manejan las cajas.
Están complicados. La idea del neocominismo hondas es terminar con la producción de carne. Se va a gravar cada vez más su producción, bajo la excusa del calentamiento global.
LOS ANIMALES NO SON NUESTROS PARA EXPLOTARLOS, ES MOMENTO DE SER VEGANO Y DEJAR DE APOYAR A ESTA INDUSTRIA MISERABLE!