Ya es un clásico que las cuatro organizaciones por cadenas de cultivos (Asagir, Acsoja, Maizar y Argentrigo) aprovechen el marco de la Expoagro para expresarse sobre el momento de la actividad agrícola. En esta edición 2019 volvieron a hacerlo a través de un comunicado conjunto, en el que primero le “facturan” a la clase política la nueva y abultada cosecha de granos que se espera. Pero luego le invitan a no dormirse en los laureles y activar una agenda a futuro, que debería incluir la protección de la propiedad intelectual y una paulatina disminución de la presión impositiva.
El presidente de la cadena del girasol, Guillermo Pozzi Jáuregui, fue el encargado de leer el mensaje que escribieron junto a sus colegas sojeros, maiceros y trigueros. “Hoy nos encontramos frente a una campaña con muy buenos resultados para nuestros cultivos en la que el productor y todas las cadenas han realizado una gran inversión”, remarcó. “A nivel global las perspectivas son sumamente favorables”, añadió, frente a los primeros rendimientos obtenidos en maíz y la posibilidad cada vez más tangible de que estamos a las puertas de nueva cosecha récord.
A partir de ahí el mensaje a la clase dirigente en un año electoral, en el que el gobierno de Mauricio Macri se juega su futuro. La idea que subyace es que desde este sector, que representa a las cuatro principales cadenas agrícolas argentinas, le exigen una vuelta de tuerca para consolidar el proceso iniciado a fines de 2015, con la derrota del kirchnerismo.
“Argentina tiene gran potencial para seguir creciendo pero este crecimiento debe ir acompañado por la protección a la propiedad intelectual. A través de una nueva ley de semillas que permita a los productores acceder a nuevas y mejores tecnologías. Mejorar las condiciones de nuestros semilleros, que se incentive la inversión en investigación, reconocer el trabajo de nuestros científicos, acompañar el desarrollo y crecimiento de toda la industria”, fue uno de los reclamos. Aunque la ha propiciado y hasta envió un anteproyecto al Congreso, que no haya salido esta demorada legislación ha sido sin duda uno de los grandes fracasos de la gestión agropecuaria de Cambiemos.
Las cadenas también remarcaron otro pendiente: “La alta carga impositiva que recibe el sector es un factor que incide sobre todos y particularmente afecta a las regiones más alejadas incidiendo también sobre la competitividad”.