Por Guillermo Gane especial para Bichos de Campo.-
Dos cooperativas de la provincia del Chaco, acostumbradas a operar bajo prácticas poco transparentes, fueron suspendidas en las últimas semanas por la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA) y el Instituto Nacional de Economías Social (INAES), luego de que se detectara que faenaban para ciertos matarifes que luego eludían sus obligaciones en materia impositiva y de seguridad social.
La situación, que afectó a unos 150 trabajadores de Cooperativa CTC Puerto Vilelas y las Cooperativas Unidas Frigorífico Resistencia, provocó una crisis importante en la industria de la carne de esta provincia, que condujo a la intervención de funcionarios provinciales y del diputado provincial por Cambiemos, Luis Obeid, que acusó a un grupo de 40 matarifes que se aprovechaban de los trabajadores agrupados en la cooperativa. “Estos señores se llevaban el lomito y el peceto mientras los muchachos se quedaban con las menudencias”, graficó el político.
Desde el INAES la posición se mantuvo firme, aunque un vocero aclaró que si las cooperativas normalizan su situación frente a los organismos que correspondan podrán volver a operar normalmente.
Mirá lo que nos dijeron sobre este conflicto Marcelo José Repetto (Ministro de la Producción de la provincia del Chaco) y Luis Obeid (Diputado Provincial Chaco- Cambiemos). También entrevistamos a Benicia Acosta, que es presidente de Cooperativa Puerto Vilelas y a Luis Sotelo, titular de Cooperativas Unidas Frigorífico Resistencia.
Un hecho común en el negocio de la carne es la conformación de cooperativas para la gestión de frigoríficos, ya que estos requieren de muchos operarios para su ejecución. En Argentina los costos laborales son muy elevados, lo que históricamente llevó a la quiebra a empresarios de la carne que no podían cubrir sus obligaciones patronales. Así, a lo largo de todo el país encontramos muchas plantas frigoríficas en manos de los empleados, los que formaron cooperativas para poder seguir trabajando.
En este tipo de conflictos, detrás de las cooperativas perjudicadas, aparece una figura clave que es la de los matarifes. Este eslabón es el que aporta los animales para faena y luego comercializa la carne. Muchas veces han utilizado a las cooperativas como pantallas para poder operar al margen de las leyes.
El 1° de marzo de 2017 se puso en vigencia un nuevo RUCA (Registro ünico de la Cadena Agroalimentaria), y en un intento para blanquear la cadena de la carne se estableció el registro de todos los operadores de la carne, incluidos los matarifes, a quienes se obliga a tributar un anticipo de IVA como paso previo a la faena.
Este conflicto en el Chaco, que se repite en otras provincias, podría ser una una buena oportunidad para que las cooperativas de faena modifiquen algunas pautas de su actividad y busquen alternativas para generar mejores márgenes. la opción más clara sería agregar valor a sus procesos. Una clave es construir “marcas de carne” con procesos certificados, que sean destinadas a clientes que estén dispuestos a pagar más por un producto diferenciado, tanto en el mercado local como el internacional.