En el Mercado Central de Buenos Aires hay abejas volando, aunque no parece ser ese el mejor lugar para que se hayan colocado colmenas. Pero allí están, en medio de los jardines de la chacra histórica ubicada en Tapiales. La miel fue cosechada hace unos días pero poco importa si fue mucha o poca. La función de las abejas allí es otra: conforman un “apiario centinela” que tiene la función de encender las luces de alarma ante el probable ingreso al país de una plaga letal para la apicultura.
La temible plaga se llama “pequeño escarabajo de las colmenas”, proviene de África y ya está instalado en Brasil, donde causa mermas productivas importantes a los apicultores. El bicho tiene una habilidad innata para ingresar a la colmena sin ser picado por las abejas. Una vez adentro ovipone en distintos lugares. Luego los daños los causan sus larvas, que se alimentan de todos los productos de la colmena (miel, polen, jalea real, etcétera). Una comilona letal.
Dicho escarabajo (Aethina tumida) no solo se alimenta de miel y derivados de la colmena, sino que es capaz de sobrevivir en frutas, incluso cuando éstas están putrefactas. Como solo puede volar 10 metros, la vía de ingreso más probable a nuestro país sería a través de empaques de frutas tropicales.
Es por eso que Senasa, junto con el INTA y la Secretaria de Agroindustria, y con apoyo de SADA (Sociedad Argentina de Apicultura) han determinado que el Mercado Central de Buenos Aires resulta un buen lugar para instalar un apiario centinela que se monitoréa semanalmente. “Si llega este escarabajo irá sin dudarlo a una colmena en actividad. Se le han puesto otros cebos pero siempre eligió la colmena”, explicó Aníbal Taverna, técnico apícola que trabaja en la Secretaria de Agroindustria y quien está a cargo de dicho apiario.
Aquí la entrevista completa:
El 80% de las frutas tropicales que entran al país van directamente al Mercado Central, así que este señuelo dentro del predio parece ser la mejor alarma posible. Pero ojalá las abejas sigan volando tranquilas entre las naves del Mercado Central, porque eso significará que están a salvo de tan peligroso visitante.