La Exposición Rural de Palermo fue escenario de las intrigas palaciegas que sacuden la vida política argentina en los últimos días, y que hablan de una sorda disputa entre el presidente Javier Milei y su vice, Victoria Villaruel. Imposible que una pregunta sobre esa relación no se colara este miércoles durante una visita al predio agropecuario de la vicepresidente electa, quien esquivó cualquier tipo de provocación con una sonrisa siempre elegante pero gélida, y una frase que repetía como leit motiv: “Vine a dar mi apoyo al campo”.
“No quiero quitarle relevancia a lo que vengo a hacer acá, que es apoyar al campo. Será en otra oportunidad que hable de esa cuestión (por su supuesta pelea con el Presidente). Hoy el campo es lo único importante”, respondió Villaruel a las preguntas insistentes de los periodistas. Entre esos esquives, la funcionaria hizo las cosas que marca el protocolo: almorzó con la cúpula de la SRA en el restaurante central, acompañó a Nicolás Pino hasta la pista central para observar la jura de la raza Hereford, que está cumpliendo su centenario, y hasta se hizo tiempo para visitar algunos stand de la muestra agropecuaria.
Todo genial.
En muchas cabezas de productores y expertos en política agropecuaria, de todos modos, repicaba una pregunta: ¿En serio vino Villaruel a expresar su apoyo al campo? O mejor dicho, ¿no se estará mofando un poco del campo teniendo en cuenta al hombre que la acompañó durante toda su visita, que asentía todo lo que decía, y que permaneció siempre cerca de ella, atenta a sus respuestas en una entrevista con Chacra TV, por si acaso alguna pregunta difícil sobre la actividad agropecuaria pudiera incomodarla..
Ese hombre, de visible cabeza calva, no era otro que un ex secretario de Agricultura y Ganadería del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, llamado Matías Lestani.
¿Qué hacía Lestani junto a la vicepresidente? Es la pregunta que se hacían todos los que se percataron de su presencia.
No será la primera sorpresa ni borocotazo político que protagonice Lestani en su vida profesional, en la que se define más como técnico que como político, atenuando así el peso de sus actos y decisiones.
Economista especializado en agro, en enero de 2022 este hombre ya había sorprendido a propios y extraños al pasar de ser un importante asesor de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), y por lo tanto de todos los reclamos y negociaciones protagonizados por las entidades de la Mesa de Enlace, a ser un alto funcionario del anterior gobierno kirchnerista.
Quien lo llevó a dar ese salto, que fue calificado como un acto de traición por muchos dirigentes rurales que mantenían un histórico enfrentamiento con el kirchnerismo, que en 2021 había vuelto a imponer cupos de exportación a los granos y la carne vacuna, fue el ex ministro de Agricultura de esa gestión, Julián Domínguez, quien había asumido el cargo unos pocos meses antes. Domínguez sorprendió a todos convocando al economista a convertirse en su segundo en la estructura ministerial. Pero si ese ofrecimiento ya fue sorprendente, más curioso resultó la respuesta positiva de Lestani.
De economista de CRA muy crítico de las regulaciones al comercio de productos agropecuarios y las intervenciones que llevaba a cabo el kirchnerismo a defensor teórico de dichas intervenciones.
Lestani tuvo que abandonar el gobierno de Alberto y Cristina unos meses después de su criticado ingreso, cuando Sergio Massa integró el Ministerio de Agricultura en una super cartera de Economía, que le serviría de plataforma para intentar ganar las elecciones de 2023 y convertirse en presidente. En aquel momento Domínguez se mostró bastante ofendido con Massa y presentó su “renuncia indeclinable”. Y su secretario de Agricultura estuvo obligado a seguir sus pasos.
Algo falló en aquel plan de Massa, porque finalmente perdió en el balotage frente a los dos socios políticos políticos libertarios que ahora se pelean, Javier Milei y Victoria Villaruel. Pero Lestani igual quedó parado.
Que circo,por Dios!!! Así,nunca vamos a salir del fondo del pozo!!