La ausencia de heladas y las buenas condiciones climáticas generales de los últimos meses hacen pensar en una cosecha de vides mejor a la del año pasado y, por ende, en una mayor presión de los precios a la baja. Así lo entienden algunos referentes del sector vitivinícola, quienes aseguran que las condiciones están dadas para superar los 25,7 millones de quintales cosechados en 2018.
Lo escriben, en una nota para el Diario Los Andes, los periodistas mendocinos Gonzalo Villatoro y Mauricio Videla.
Eduardo Sancho, presidente de Fecovita, dijo en conferencia de prensa que “se espera una producción mayor a los 25 millones de quintales del 2018”. Con más de 5.000 viñateros asociados a sus cooperativas, Fecovita es uno de los grandes grupos bodegueros de la Argentina.
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Desde la otra gran bodega del país, que es Peñaflor, opinó Marcelo Belmonte, el director de Viñedos del grupo que por ahora “es difícil realizar una estimación de volumen, debido a que las cosechas no están totalmente definidas. Pero anticipó que “ante el número de racimos que se ven se puede augurar una buena cosecha, superior a la del año pasado”.
Según explicó Belmonte, lo que ocurra finalmente dependerá de cómo sea el patrón de madurez. “Hay muchos sectores que están en floración. No se sabe cómo van a cuajar los racimos y cuál será su peso promedio. Hay que esperar un poco más”, aclaró. Y completó que “si tenemos una madurez un poco más prolongada y la temperatura tiende a ser más baja que la media, eso va a favorecer a una mejor administración y logística de cosecha”.
Otras fuentes consultadas por los colegas de Los Andes, en tanto, proyectaron una cosecha mayor a los 26 millones de quintales. “Podríamos tener un volumen hasta 10% superior al del 2018”, advirtieron.
Pero Mauro Sosa, gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, advirtió que es poco factible que la cosecha 2019 supere los 25,7 millones de quintales del 2018. “Es demasiado temprano para aventurar un pronóstico, pero muchos productores aseguran que los brotes son chicos y para la próxima cosecha no se espera una mayor producción”, comentó.
Sosa se refirió además a lo variable que puede ser el volumen de uva del Este. “Hemos tenido cosechas de 4 millones de quintales y otras de 9 millones. Los números son muy variables, pero no vemos posible que haya récord de cosecha el próximo año”, insistió.
Desde Gobierno aseguraron que el único pronóstico de cosecha válido es el del INV y que habrá que esperar hasta que se conozca para tener una idea acertada del volumen de esta temporada.
El potencial aumento del volumen de cosecha genera preocupación en el sector vitivinícola. Es que al haber mayor oferta y menor demanda (el mercado interno continúa cayendo), resulta inevitablemente la baja de los precios en el mercado de traslado.“Hay una situación complicada con la caída de precio del vino. El año pasado el litro se pagó a 12 pesos y hoy el valor en la Bolsa de Comercio es de 10 pesos (tinto genérico), mientras los insumos se duplicaron en dólares y la energía aumentó mucho”, explicó Sancho.
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Otro tema que preocupa es el stock o vino remanente con que las bodegas quedarán en su poder al 1 de junio de 2019, tradicional fecha de liberación de la nueva vendimia. Según datos del INV en el total país, hay siete meses de stock técnico de vinos color y ocho meses de stock técnico de blancos. Esto directamente presiona a la baja los precios de mercado.
Tanto Sancho como Carlos Iannizzotto señalaron que se necesita financiamiento para capital de trabajo, planes de sostenimiento de empleo, medidas para bajar el impacto de la tarifa energética y disminución en la carga impositiva, lo que permitiría aumentar las exportaciones y reducir los niveles de stock.
Juan Carlos Pinta, gerente de Bodegas de Argentina, explicó que la situación de financiamiento es muy complicada. “Llevamos varios meses con estas tasas, aún con el dólar controlado, pero las tasas siguen altas”, apuntó.