Uno no puede determinar si lo hacen a propósito o simplemente porque no saben. Cuando se habla del cepo a las exportaciones de carne vacuna puede suceder cualquiera de las dos cosas. Lo cierto es que un grupo de funcionarios de Comercio Interior, el Ministerio de Agricultura y la propia AFIP acordaron un listado de precios de referencia que desentonan con lo que sucede en el mercado internacional. Tanto es el desacople, que los frigoríficos se quejan de que se impide la exportación de carne China, su principal mercado.
La cosa es así: para evitar maniobras de subfacturación (que es aprovechar la brecha cambiaria para liquidar menos dólares al tipo de cambio oficial y dejar parte de la facturación fuera del país), desde hace un tiempo un equipo de sagaces funcionarios se reúne para determinar “precios de referencia” para las exportaciones de carne a China y otros países asiáticos.
Este miércoles 30 de junio lo hicieron y participó nada menos que el secretario de Comercio, Guillermo Hang (que por estas horas debe estar pensando en renunciar junto al ministro Martín Guzmán), los funcionarios de Agricultura Luciano Zarich y Jorge Ruiz (quien por estas horas deben estar pendientes de un posible nuevo destino para el ministro Julián Domínguez), y funcionarios de la Aduana (que están viendo como Guillermo Michel, un pollo de Ricardo Echegaray, escala posiciones rápidamente). Todos ellos firmaron un breve acta que aquí reproducimos (por suerte, porque no se publica en ningún otro lado).
En la breve reunión, los custodios del cepo vacuno -que ya habían comenzado a discutir el tema una semana antes, el 22 de junio-, fijaron los nuevos denominados valores de referencia para vender cortes a China, que ya se sabe compra el 75% de la carne exportada por Argentina. Esta es el acta:
Hubo cortes vacunos que mantuvieron sus valores, pero en la mayoría de los casos los funcionarios aplicaron aumentos en los precios de referencia. ¿Qué significa esto? Que analizaron el mercado, concluyeron que estaba a la suba y por lo tanto definieron valores orientativos.
¿Por qué es grave? Porque los frigoríficos deben presentar una Declaración Jurada de Exportación (DJEC) antes de cada negocio y allí fijan no solo el volumen del embarque, sino también el precio. En todos los casos, este valor referencial actúa como un piso. No pueden declarar por debajo de ese valor, porque entonces la sospecha es que estarían subfacturando.
Si declaran por debajo, los valientes custodios del cepo suelen rechazar loas DJEC y no autorizan la exportación, aunque mucho al respecto no se pueden saber porque en Agricultura se niegan sistemáticamente a hacer pública esa información (como correspondería). Los encargados de esa tarea -y de esconder los datos- desde abril de 2021 son el titular de la Dirección de Control Comercial Agropecuario (ex ONCCA), el mencionado Luciano Zarich, y en segunda instancia puede intervenir Comercio Interior. Si el pedido pasa los filtros, entonces la Aduana deja salir la carne del país.
En el acta, como se puede ver, muchos valores de referencias fueron colocados a la suba, aunque los cortes más populares para China (el Brazuelo y Garrón) se mantuvieron en 8000 dólares la tonelada. Pero el bife angosto se subió a 6000, el peceto a 7500, el cogote a 5200, y así continúan los ejemplos.
¿Y cuál es el problema? Que el mercado de China comenzó a pagar menores valores por la carne que importa. Es decir: el gigante asiático paga valores que están muy por debajo de los precios de referencia pautados por el gobierno.
“Los precios que paga China se fueron al piso. Están comprando por debajo de los 5300 dólares (por tonelada), pero en el gobierno se juntaron para subir más los precios de referencia. Esos precios de referencia servían para cuando se facturaban ventas a más de 6000 dólares, pero con los precios actuales es imposible facturar”, indicó un empresario vinculado a la exportación.
La Asociación de Productores Exportadores (APEA) releva estos precios de exportación y en su última publicación del 22 de junio pasado ya mostraba un desfasaje importante con los valores fijados por el gobierno y los reales del mercado, que estaban bastante por debajo. Desde allí, según las fuentes, el mercado chino se continuó desinflando.
Otras fuentes del negocio exportador confirmaron a Bichos de Campo la situación, que desalienta la exportación de cortes que aquí no se consumen y la generación de divisas genuinas. Los gerentes de comercio exterior de la industria frigorífica se agarran la cabeza con la falta de puntería del gobierno, que anteriormente ya había producido dificultades semejantes en el caso de las exportaciones de huesos. La anterior actualización de los precios de referencia había sucedido en marzo, con el mercado en suba. Pero ahora está bajando.
Puede ser que la intencionalidad oculta del gobierno detrás de este desfasaje premeditado de los valores sea recaudar un poco más de dinero de las retenciones, ya que la carne tributa el 9% sobre los fondos de cada negocio pactado por el exportador. Ergo, si sube el valor de cada venta también sube la recaudación.
En los hechos, una suba del valor referencial, con un precio de mercado en descenso, implica un aumento indirecto de los derechos de exportación. La medida, vale aclarar, aún no está vigente porque no fue publicada en el Boletín Oficial.
“Para mi en realidad no pasa eso, sino que simplemente no saben nada del negocio. Porque si no se exporta tanto o se exporta menos, finalmente van a cobrar menos dinero por las retenciones”, razonó un empresario.