Desde hace mucho rato que no se veía que la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) le mostrara los dientes a las entidades patronales del agro como lo hizo este lunes.
El gremio y las patronales conviven no solo en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) sino también en organismos mixtos, como el Registro Nacional de Trabajadores Rurales (Renatre). Desde hace mucho tiempo que los acuerdos en todos esos ámbitos han sido la moneda corriente. Pero tanta paz se alteró al declararse el gremio en estado de alerta y movilización por un reclamo salarial.
Temprano, en conferencia de prensa, el sindicato de peones rurales emitió un primer gruñido y se declaró en estado de alerta y movilización, una instancia que precede las tormentas. A la una había negociación con las cuatro entidades tradicionales: la UATRE reclamó un bono de 15 mil pesos por fin de año a todos los trabajadores registrados, que son unos 350 mil en todo el país.
En esa reunión, según contó el gremio en un comunicado, “la patronal se plantó en no” mientras que el Estado “hizo una propuesta alternativa que la UATRE aceptó, con reparos, y ya planea seguir con sus reclamos”. Esa alternativa es un bono de 10 mil pesos, pagadero en tres cuotas mensuales.
La CNTA funciona en el ámbito del Ministerio de Trabajo y es el órgano tripartito en el que discuten y se aprueban las condiciones salariales y trabajo para el sector rural. La reunión de este lunes fue la tercera en la que se discutió la solicitud de este pago adicional al salario habitual, que es uno de los más bajos de la grilla salarial en el sector privado.
“La parte empresaria, representada en la oportunidad por CRA y CONINAGRO, mantuvo una cerrada oposición”, describió el comunicado del sindicato. “Ante esa realidad, los representantes del Estado (ministerios de Trabajo y Economía) propusieron la alternativa de un bono de 10 mil pesos a pagar en tres cuotas mensuales”, amplió. Aún así, “la posición empresaria se mantuvo negativa”.
A la hjora de votar, los porotos de la UATRE se sumaron a los de los representantes oficiales, por lo quie quedó establecido -por 4 a 2- este bono alternativo de 10 mil pesos.
La CNTA resolvió entonces que lo cobrarán los trabajadores de las actividades avícola, porcina, conductor tractorista, maquinista de cosechadoras y agrícolas que se desempeñen exclusivamente en las tareas de
recolección y cosecha de granos y oleaginosas, aplicación de productos fitosanitarios, y personal permanente de prestación continua comprendido en el Régimen de Trabajo Agrario. Como se ve, quedan excluidas muchas economías regionales.
Pese al avance que consiguió, la UATRE informó que continúa en “estado de alerta y movilización” porque “el bono aprobado está muy lejos de constituir el reconocimiento a la labor que tuvieron los trabajadores rurales en todos estos meses de pandemia”.
“Si esta es la actitud del sector empresario, las decisiones gremiales serán aún más graves. Es una vergüenza escuchar argumentos que solo se sustentan en una ideología elitista que considera a los trabajadores como personas de segunda categoría. Lamentamos la grosera insensibilidad en los grandes empresarios del campo argentino”, definió el gremio. Es la frase más grave en por lo menos ve3inte años de buena relación, en la que la conducción sindical estuvo ejercida primero por Gerónimo “Momo” Venegas y luego por Ramón Ayala, ambos fallecidos en uso de su cargo sindical.
Ahora el gremio es conducido por el chaqueño José Voteyco, quien ya se mostró mucho más cerca del gobierno peronista y el sindicalismo más tradicional.