El año pasado, luego de la muerte de Ramón Ayala por Covid, su reemplazante en el gremio de trabajadores rurales UATRE, el chaqueño José Voytenco, reclamó a las cuatro entidades rurales que paguen un bono de fin de año a los empleados formalizados del sector de 20.000 pesos. Luego de arduas negociaciones, ese adicional al salario de convenio se acordó en 10.000 pesos.
La inflación sigue carcomiendo los ingresos de todos los trabajadores, y mucho más los de más bajos ingresos. Los trabajadores rurales lo son: aunque tienen otros beneficios (como la vivienda) sus sueldos están siempre en las posiciones más bajas entre las distintas escalas salariales.
La inflación de 2021 se estima en torno al 50%, pero Voytenco ya anticipó en el ámbito del Ministerio de Trabajo que para este año pretende nuevamente un bono de fin de año para los trabajadores del agro, pero esta vez de 50.000 pesos, dos veces y media de lo que había reclamado el año pasado o cinco veces de lo que finalmente logró sacarle a las patronales agropecuarias.
Este es el pedido de la UATRE:
Sabido es que a la hora de negociar hay que empezar pidiendo demasiado para luego desandar el camino de esa demanda. Es lo que parece estar haciendo la UATRE con este pedido de un bono no remunerativo de 50 mil pesos, que además pretende sea pagado en una única vez dentro de los primeros quince días de diciembre.
El pedido ya está formulado ante la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), que es la que define los salarios del sector y que debe convocar ahora a los sindicalistas y los representantes de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace más la CAME.