Se acerca una nueva temporada frutícola y una vez más desde el Alto Valle de Río Negro y Neuquén alertan que la situación viene complicada para los pequeños y medianos productores de peras y manzanas. Los dirigentes de la actividad se adelantan en advertir que el panorama de cosecha de este verano no será el mejor, y reclamaron certezas a Juan José Bahillo, el secretario de Agricultura de la Nación, especialmente en materia de tipo de cambio.
Toda esa región productiva, de unas 40 mil hectáreas, viene sufriendo un fortísimo achicamiento en las últimas décadas, con alrededor de 4.000 puestos de trabajos perdidos y unas 14.000 hectáreas que han quedado improductivas o se han destinado a otras actividades, como la urbanización o la producción de forrajes. Los productores -que hace unos días se manifestaron con un tractorazo- dicen que la crisis es más acentuada en el actual período.
Según la Cámara de Comercio y Producción de Villa Regina, la principal causa del retroceso de la economía regional ha sido la reducción de los márgenes de rentabilidad que padece todo el sector,. Los chacareros de la norpatagonia se desgastan para hacen frente a la carga impositiva, los costos laborales y el encarecimiento del crédito, sumado a la falta de políticas activas
Este miércoles, en este escenario, dirigentes de la Federación de Productores de Frutas mantuvieron reuniones en la Secretaria de Agricultura para poner sobre la mesa las preocupaciones del sector de cara a la nueva temporada. El reclamo principal se basó en la necesidad de contra con un dólar diferencial, más elevado que el oficial, que les asegure un precio razonable a los productores. Como economía exportadora, los empaques del Alto Valle tienen que trocar sus divisas por pesos a la cotización oficial cercano a 370 pesos, aunque ahora comenzó a regir el Dólar Exportación, que habilita a canjear hasta 30% de las divisas en un mercado financiero del Contado con Liqui. Eso mejora el tipo de cambio efectivo a más de 500 pesos por dólar, pero tiene una fecha de vencimiento muy corta.
La Federación también reclamó a Bahillo y sus funcionarios por la implementación de una ley que ayude a descomprimir la presión impositiva que asfixia a las economías regionales. Del Alto Valle de Río Negro y Neuquén proviene aproximadamente el 85% de la producción de peras y manzanas el país.
Si bien para esta temporada, la fruticultura no ha tenido grandes problemas relacionados con el clima y la floración que se ha dado dentro de lo normal, se estima que habrá entre un 40 y 50% menos de manzana que en otras temporadas. “Hay una merma importante en manzanas, principalmente por una floración de añerismo. Hay años que dan mucha cantidad de flores y otros que no. Este año ha dado muy poca floración, por eso algunos productores van a tener un menor porcentaje de frutas en la planta”, dijo a Bichos de Campo Sebastián Hernández presidente de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén
Al mismo tiempo, Hernández destacó que en esta oportunidad el sector escapó de las heladas tardías que el año pasado pusieron en emergencia agropecuaria a un centenar de productores. Aun así, no se esperan mejores resultados y la caída tanto en cantidad como en calidad se dará lo mismo en la producción de peras como de manzanas.
“Es un año bastante atípico, los productores venían teniendo un buen resultado en manzanas y este año se cayó el negocio comercial, con valores menores y en algunos casos, no pudiendo cubrir el costo de producción. En peras, los números de exportación han sido muy malos para el productor y no ha tenido buena rentabilidad”, apuntó Hernández
-¿A qué se debe esta baja rentabilidad que agobia al productor y no así al resto de la actividad?
– Es que no se están viendo liquidaciones que superen el costo de producción. Estamos hablando de un costo de 20 centavos de dólar, al costo del dólar oficial (cerca de 100 pesos). Están teniendo problemas con los agroquímicos que se maneja con un dólar blue muy alto. Es mucha la diferencia y un panorama complicado para la economía de los productores y han dejado de hacer algunas actividades generales.
-¿Y qué alivio recibe al productor?
-En lo que tiene que ver con emergencia agropecuaria los productores han recibido algunos aportes y financiamientos para cubrir esa situación de emergencia. Hoy justamente están con financiamiento de poda, radeo, pack de agroquímicos y financiamiento de riego por aspersión y otras cuestiones para acompañar al sector y principalmente a los productores damnificados.
-¿Ha caído la productividad en los últimos tiempos? ¿Y este año cuáles son las estimaciones en toneladas?
-De 1 millón 800 mil toneladas que se producían hace dos años atrás, hemos caído a 1 millón 200 mil toneladas. Más que eso no hemos podido producir en los últimos años y se debe a que muchos productores han abandonado la actividad y migrado a otras actividades productivas. Este año, sin heladas marcadas, calculamos que se mantengan los kilos entre el millón 200 mil toneladas también.
Por otra parte, la temporada frutícola en el Alto Valle, se ve amenazada por la necesidad de mano de obra, una de las problemáticas a la que se adelantan y no son buenos los pronósticos.
“En estos últimos dos años se cayó muchísimo la mano de obra, principalmente por dos razones: una porque la actividad estaba en una de merma y otra porque no se consigue gente para trabajar. Si este año hay una cosecha por encima de lo normal, vamos a tener problemas para levantar si no se consigue la gente para trabajar”, afirmó el presidente de la Federación de productores frutícolas de la Patagonia.
-¿No se encuentra gente para trabajar porque no es suficiente el incentivo económico dentro del contexto inflacionario que vivimos?
-No. La actividad le viene dando a la mano de obra los aumentos que corresponde por inflación y mucho más. Los valores que hoy se manejan para la mano de obra en cosecha están muy por arriba de lo que fue marcando la inflación en los últimos tiempos. La realidad es otra la gente no tiene ganas de trabajar, están los planes sociales. En cosecha no se gana mal, pero la gente no se está acercando.
-¿Y qué le piden a Bahillo de cara a la nueva temporada frutícola?
-En esta oportunidad vinimos a requerir algunos compromisos que estaban en carpeta de gestión sobre emergencia agropecuaria. Se le deben al sector 500 millones de pesos para sanidad, especialmente para productores que están en emergencia. Vinimos a hablar del programa de moscas de los frutos, que en esos momentos está con una situación complicada. Y por supuesto le planteamos la preocupación que tenemos por la diferencia entre los dólares que circulan. Hemos pedido un dólar diferencial, un dólar fruta que sea competitivo. Y volvimos a plantear la necesidad de una ley para economías regionales centrada en la baja de impuestos.