El mercado de la soja argentina se encuentra por demás “pesado” ante las enormes dificultades económicas, logísticas y ambientales que debe enfrentar la comercialización de la oleaginosa.
Ese hecho hoy se evidenció al observar una suba moderada de los contratos futuros de Soja Rosario del Matba Rofex frente a una recuperación sustancial de las cotizaciones en la plaza estadounidense CME Group ante el temor de un inconveniente climático.
Hoy miércoles la posición Soja CME Septiembre 2021, correspondiente a la nueva cosecha, terminó en 512,3 u$s/tonelada con una suba intradiaria de 12,6 u$s/tonelada luego de conocerse un pronóstico de la Agencia Meteorológica de EE.UU. (NOAA) que estima precipitaciones inferiores a las normales para el Medio Oeste hasta el próximo 24 de julio, lo que podría agravar la situación de restricción hídrica presente en el sector oeste de esa región agrícola. El nerviosismo no es en vano porque, según las propias estimaciones realizadas por el USDA, con los bajísimos stocks internos que EE.UU. tiene de soja, no existe margen alguno para que se produzca una falla en el cultivo que comenzará a cosecharse a fines de agosto próximo.
Ese impulso alcista apenas rozó las cotizaciones de la oleaginosa argentina, dado que el contrato Soja Rosario Septiembre 2021 del Matba Rofex finalizó hoy en 337,0 u$s/tonelada con una suba intradiaria de 2,0 u$s/tonelada.
Los constantes conflictos presentes en la Argentina hacen de ese origen la última opción para originar soja, dado que las preferencias se concentraron fundamentalmente en Brasil y EE.UU. Esa realidad se refleja claramente en los valores FOB de la soja Rosario, que tienen un descuento de 20 u$s/tonelada respecto de los precios de Paranaguá y Golfo de México (EE.UU.).
El último problema surgió con trabajadores de un gremio de la construcción que realizan tareas de mantenimiento en las terminales portuarias de la zona de influencia de Rosario, quienes paralizaron las exportaciones durante toda una jornada antes de que interviniera una autoridad provincial para desactivar la medida de fuerza.
Otro de los factores que juegan en contra de la soja argentina es una bajante histórica del río Paraná, sobre el cual se localizan los principales puertos graneleros del país, que está dificultando por demás la navegación y carga de productos agroindustriales en las terminales portuarias del Gran Rosario.
Al pasado 7 de julio los productores argentinos, según los últimos datos oficiales, habían vendido 24,482 millones de toneladas de soja 2020/21 sobre una cosecha total estimada en 46,5 millones de toneladas por el Ministerio de Agricultura.