La fiebre aftosa en Argentina y la región está motivando un álgido debate. Hace unos meses estalló la batalla de los laboratorios por quedarse con el negocio de las vacunas contra esa enfermedad que afecta al ganado bovino.
Por estos días, motivado por la resolución del gobierno de flexibilizar la barrera sanitaria patagónica, que impedía el ingreso de carne con hueso a este territorio declarado libre de afta sin vacunación – a diferencia de lo que ocurre al norte del Río Colorado, donde sí se vacuna contra esa enfermedad- se está discutiendo si seguir aplicando la vacuna, o emprender un camino hacia la erradicación total y convertir a Argentina en un país productor que no vacune a sus animales contra la enfermedad.
Hay dos condimentos que hicieron escalar la discusión en este tiempo: Uno vino de afuera, y el otro es bien argentino. En la región, Brasil y Paraguay comenzaron el plan de llevar a sus territorios nacionales al estatus de libres de aftosa sin vacunación, y ya dieron el primer paso hacia eso, que culminará con la declaración de la OMSA en este sentido.
La otra discusión, bien Argentina, quedó bien representada en el último Congreso de Entes sanitarios realizado en Río Cuarto, donde la otra entidad gremialista de fuerte lazo con la ganadería, CRA, solicitó que no se deje de vacunar, algo que viene manifestando hace tiempo.
Con este escenario, quien se pronunció ahora es la Sociedad Rural Argentina, que no solo invitó a emprender el camino hacia la erradicación sin vacunación de todo el país, sino que puso a disposición su conocimiento y recursos técnicos, a la vez que sugirió la creación de un consejo para tal fin, que según proponen, debería estar liderado por Senasa, y conformado por las entidades y las provincias.
“Gran parte de la Argentina continúa siendo considerada un país libre de fiebre aftosa con vacunación, lo que impone ciertas restricciones comerciales y limita el acceso a mercados de alto valor”, inicia un comunicado de la entidad ruralista presidida por Nicolás Pino.
“Hoy, la Argentina enfrenta una nueva oportunidad: avanzar hacia un esquema sanitario más ambicioso, sustentado en ciencia, experiencia y consenso público-privado. La posibilidad de dejar de vacunar no debe abordarse como una decisión aislada o improvisada, sino como parte de una estrategia nacional cuidadosamente planificada, basada en evidencia técnica y epidemiológica, con un enfoque gradual, regionalizado, y con un fuerte componente de articulación institucional”, profundizó la entidad.
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Al respecto, la SRA sostuvo que es necesario realizar un diagnóstico riguroso y actualizado del estatus sanitario del país y de la región, considerando la situación de países limítrofes, las dinámicas del comercio internacional, la evaluación de riesgos, y las capacidades de respuesta del sistema sanitario argentino. “En particular, se deben reforzar los sistemas de vigilancia activa y pasiva, la capacitación de recursos humanos, y la infraestructura de laboratorios y barreras sanitarias”.
Para lograr esto, los productores sugieren la constitución de un “Consejo Estratégico Nacional para la Erradicación Definitiva de la Fiebre Aftosa”. Según explicaron, deberá estar “liderado por el SENASA y con participación efectiva de las entidades del sector productivo, del ámbito académico, y de los gobiernos provinciales. Este Consejo deberá tener como función diseñar un plan maestro con metas, etapas, recursos y responsables claramente definidos”.
Los ruralistas explicaron el objetivo de la medida: “Datos internacionales muestran que países como Chile, Japón, Australia o Estados Unidos, libres de fiebre aftosa sin vacunación, acceden a nichos comerciales premium con mayores ingresos por tonelada exportada”.
“En la SRA aspiramos a que, cuando las condiciones técnicas, políticas y comerciales así lo permitan, el país avance hacia la meta de obtener el estatus sanitario de libre de fiebre aftosa sin vacunación. Esta definición no solo fortalecería la credibilidad internacional de nuestro sistema sanitario, sino que también ampliaría las oportunidades comerciales de la ganadería argentina en los mercados más exigentes del mundo”, aseguraron desde la gremial.
Respecto del análisis técnico que requiere la discusión, desde la Sociedad Rural describieron: “Manifestamos nuestra total disposición para colaborar técnica, institucional y estratégicamente con el SENASA y las autoridades nacionales en el diseño y ejecución de una hoja de ruta común. Nuestro compromiso con la sanidad animal es histórico y prioritario y estamos convencidos de que este es el momento de dar un paso superador”.
“La erradicación definitiva de la fiebre aftosa en Argentina no será el resultado de una decisión unilateral, sino de un proceso colectivo, inteligente y articulado. Este documento pretende ser un punto de partida, una propuesta abierta y un llamado a la acción conjunta. El bienestar animal, la sanidad, la competitividad, y la reputación internacional de nuestra ganadería están en juego”, se explayaron desde la entidad.
El comunicado de la SRA finaliza: “Esperamos que esta propuesta sea el inicio de un proceso virtuoso de trabajo colaborativo, con metas claras, responsabilidad compartida, y visión estratégica. La SRA, como siempre, pone a disposición su capacidad técnica, su representación territorial y su compromiso institucional para avanzar juntos hacia una Argentina libre de fiebre aftosa, sin vacunación, cuando las condiciones así lo permitan”.