Mucha gente lamentó la muerte, en mayo de 2021, víctima del Covid, del ex gobernador de Santa Fe y ex intendente de Rosario Miguel Lifschitz, porque era quien mejor encarnaba por entonces la búsqueda de una opción progresista en medio de la profunda grieta política que desde hace tiempo divide a la Argentina. El dirigente, de todos modos, parece haber dejado sus banderas en manos de Clara García, su esposa, que también proviene del socialismo santafesino y se ha convertido en la primera mujer en convertirse en presidente de la Cámara de Diputados de esa provincia, de la mano de una alianza que llevó al poder al actual gobernador Maxi Pullaro.
Clara García, contadora y licenciada en Administración, tropezó con Bichos de Campo en la reciente exposición rural de San Justo, y la ocasión sirvió para preguntarle si existe una opción entre dos veredas distintas muy marcadas de la política agropecuaria, una en la que el Estado interviene mucho en el negocio de los productores que era encarnada desde el kirchnerismo, y otra que desiste de toda intervención, como propugna el actual presidente Javier Milei.
-¿Se puede ser progresista todavía en una Argentina polarizada?
-Sí, por supuesto que sí, y Santa Fe lo demuestra. Maxi Pullaro, nuestro gobernador, viene de haberse formado en lo que fueron los 12 años del gobierno del Frente Progresista. Y por supuesto que hoy, unidos, nuestro frente político es más amplio, tiene voces distintas, diferentes, lo cual lo enriquece, pero tiene la esencia de la gestión pública. Nosotros sentimos que un Estado puede ser eficiente, si es sensible, si es estratégico y si es austero. No hay por qué pensar que el Estado tenga que ser corrupto o tenga que ser opaco.
-¿Entonces no hay que destruir el Estado desde adentro, como proponen algunos? (en referencia a Milei, claro)
-Nosotros no coincidimos con eso. Ahora, sí entiendo a la gente que se siente, a nivel nacional, enormemente defraudada, porque hemos tenido gobiernos que bajo una bandera de progresismo, bajo una bandera de derechos humanos, de feminismos, de disidencias, de ambiente, no se han ocupado de nada de ello.
-Y están mostrando sus peores caras con las historias recientes. (en referencia a Alberto, claro)
-Por supuesto, porque tenemos una vida pública, tenemos que hacer honor a que nuestra vida pública sea el reflejo de nuestra vida privada, no una mentira. Y creo que eso es lo que ha hecho que la gente aborrezca de la política y, en vez de elegir mejor política, elija antipolítica.
Mirá la entrevista completa con Clara García:
Según la legisladora socialista, “en Santa Fe es diferente. Fíjate que Maxi Pullaro, aún con este envión de cuando se ganó la presidencia desde un lugar totalmente diferente, obtuvo una cantidad que nunca antes se había tenido de votos. Más de un millón de personas le dijeron que sí, al mismo tiempo que en la Nación elegían diferente”.
-En materia agropecuaria, que es lo que a nosotros nos ocupa, ¿qué sería el progresismo agropecuario? ¿Cómo lo definís?
-Mirá, te diría en estar muy presente. Por supuesto que la actividad privada es la que sabe del expertise propio. Ahora, ¿qué tiene que hacer un gobierno, en este caso, provincial? Ocuparse de las rutas, ocuparse de que haya conectividad, ocuparse de tener educación cercana en la materia agropecuaria, fomentar la ciencia y la técnica, porque no podríamos tener esta exposición rural si no hubiéramos tenido un desarrollo de la genética, de la bioeconomía. Y claro, los préstamos. Santa Fe está trabajando en financiamiento para poder comprar maquinaria, para poder invertir. Y lo está haciendo desde el gobierno. No dice, arréglense. Dice, ustedes como privados trabajen en lo suyo, que es lo que lo conocen. Pero la competitividad la ayudamos desde el Estado.
-¿Y se puede hacer una buena política pública, que es finalmente lo que vos estás planteando, con tanta antinomia entre gobiernos nacionales y provinciales?
-Santa Fe tiene una trayectoria de que nunca tuvo un gobierno nacional afín. Nunca. Pero nos ha ido muy bien. Fíjate que, aun con las dificultades, Maxi Pullaro asume y el gobierno nacional te recorta subsidio al transporte, fondo de incentivo docente, no te manda más los medicamentos de alta complejidad y te suspende el aporte a las cajas jubilatorias.
-Y mantiene las retenciones en altísimos niveles.
-Mantiene las retenciones y corta la obra pública para redondear el drama de esta relación público-público, gobierno provincia-nación. Sin embargo, en 8 meses, nuestra provincia se equilibra y empieza a hacer obra pública, que yo la defino no solo por la mejor calidad de vida que le da al lugar que la recibe sino porque es motor de empleo. Vos me decías antes, ¿se puede ser progresista? Sí, con obra pública transparente podés generar empleo privado y apalancarte.
-Entonces, ¿sería deseable que en algún momento, más allá de distintas variedades políticas, hubiera una política agropecuaria consensuada entre nación y provincia?
-Pero es indispensable. La verdad que creo que los gobiernos anteriores que estuvieron en contra del campo, son grandes culpables de que la gente descrea de la política, porque es algo tan irracional pensar en haber ido en contra del campo, que es el generador de arraigo, de que nuestras comunidades rurales y pueblos más pequeños encuentren futuro para sus jóvenes. Digo, haber ido en contra del campo es el origen de que hoy la consecuencia sea grandes aglomerados urbanos de gente que extraña su tierra, que está llamada a hacer un trabajo que no era para el cual vino preparado y que además hace muy difícil la vida en esos conurbanos ya de una pobreza que a veces no es digna.
-Entonces, aquellos que nos decían que era progresismo ir en contra del campo…
-Pero por supuesto que no. Por eso nosotros lo apoyamos de una manera, como digo, presente.
El socialismo con la impericia de Binner y Bonfatti en materia de seguridad nos hundieron en un charco de sangre y narcomenudeo.Por favor no saquen notas livianas sobre lo que fue la era socialista en Santa Fe!!
El socialismo, siempre es la cuna del totalitarismo. Son asesinos. Son dañinos de alma.