El pasado 21 de septiembre la Secretaría de Agricultura publicó el último informe mensual de estimaciones agrícolas con una cifra que quedó completamente desactualizada.
En el balance de oferta y demanda de soja argentina 2022/23 aparece que la exportación logrará embarcar en la presente campaña comercial 1,00 millón de toneladas de poroto de soja, cuando los propios registros de la misma Secretaría de Agricultura muestran que las Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de soja 2022/23 suman 1,85 millones de toneladas.
Está claro que el responsable del informe mensual se olvidó de actualizar la cifra de exportación de poroto de soja en cuestión, la cual terminará siendo mucho mayor a la estimada inicialmente gracias a una “ayudita” del propio gobierno nacional.
El cambio de metodología implementado en el “dólar soja 4”, que permite la libre disponibilidad del 25% de las divisas, brindó en sus inicios una mayor competitividad relativa a los exportadores de poroto respecto de los industriales aceiteros.
En ese marco, el volumen de compras de poroto por parte de las empresas exportadoras se potenció de manera significativa, lo que representa una amenaza para las fábricas elaboradoras de harina y aceite de soja, dado que esa mercadería en manos de los traders será volumen que falte entre fines de este año y comienzos del siguiente.
Por tal motivo, durante el “dólar soja 4”, vigente desde el pasado 5 de septiembre, se emitieron registros principalmente de poroto de soja por 729.355 toneladas, mientras que en un segundo plano quedaron las DJVE de harina y aceite de soja.
Esta semana finaliza el régimen del “dólar soja 4”, en el marco del cual se negociaron más de 3,40 millones de toneladas de soja disponible con precio hecho, ya sea a través de nuevos contratos como de fijaciones de contratos abiertos realizados con anterioridad.