En la Agroactiva 2025 el Grupo Crucianelli protagonizó un “lanzamiento histórico”. De esa forma lo calificó Gustavo Crucianelli, CEO del mayor fabricante argentino de maquinaria agrícola, principalmente de sembradoras, que ahora también busca pisar fuerte en los rubros de fertilización y dosificación.
“La verdad que felices, porque esto de ser líder no es solamente el que más vende. Es también estar en la innovación, en el desarrollo, y este lanzamiento que reúne a todas las empresas del grupo”, explicó Gustavo, a Bichos de Campo con la maquinaria reluciente de fondo.
Se trataba de una nueva fertilizadora fruto de la reciente incorporación de Fertec al grupo. Pero eso era parte de las novedades. Por otro, desde Leaf, otra empresa del holding, lanzaron dos dosificadores con nombre propio: uno para grano grueso y otro, el Switch, para grano fino, capaz de sembrar cultivos de invierno, fertilizar y, gracias a su sistema de cassettes intercambiables, adaptarse a distintos tipos de insumos sin cambiar todo el sistema.
El grupo que Gustavo comanda llevó a la feria santafesina una batería de novedades que, según Crucianelli, posicionan a esta industria nacional al nivel de cualquier competidora del mundo. Incluso el plan de la empresa de Armstrong es convertirse en uno de los principales cinco fabricantes de maquinaria del mundo, y está abocado a ello.
“Son tecnologías que están a la par de lo que vas a ver en Alemania”, aseguró Crucianelli, anticipando que los dosificadores ya tienen premios y chances de participar en ferias internacionales.
Según el industrial, esta es una forma concreta de responder a una de las grandes preocupaciones del sector: la apertura de la importación de maquinaria agrícola usada, una posibilidad que desvela a más de uno.
“Los industriales tenemos que hacer nuestros deberes, y una parte de eso es innovar. Pero también hay que hablar del costo argentino. Porque si jugamos al metegol con las reglas iguales para todos, difícilmente nos ganen. Si el metegol está inclinado, es difícil que pueda hacerte un gol”, graficó, con una metáfora bien futbolera. El productor argentino elije máquinas argentinas, agregó.
Crucianelli fue más allá: “El productor argentino es el más eficiente del mundo, y eso lo traslada a sus herramientas. Una máquina que está pensada para un mercado como Europa o América del Norte, a las dos mil, tres mil hectáreas, se cambia. Acá una máquina que hace ocho, diez, doce mil hectáreas, no se le toca nada, es una máquina que no anda muy bien”.
Mirá la entrevista completa con Gustavo Crucianelli:
En ese sentido, la empresa apuesta a seguir desarrollando productos cada vez más adaptados a las necesidades locales. “La fertilizadora nueva es un buen ejemplo. En Argentina no se fertiliza todo lo que se debería fertilizar, y nosotros también asumimos esa parte de la responsabilidad desde la oferta de maquinaria”, explicó Gustavo, trazando la hoja de ruta que se viene.
Pero Crucianelli no es solo Crucianelli. El grupo tiene otros brazos activos: Leaf, que desarrolla electrónica y dosificación; Crucianelli Brasil, con una planta en el país vecino que ya produce sembradoras para ese mercado; Metallo, que trabaja con chapa para distintos sectores, además de Crucianelli Fabril.
El objetivo de fondo es tan ambicioso como claro: “Queremos estar entre los cinco fabricantes de maquinaria agrícola del mundo en el rubro siembra para 2030”, dijo Gustavo. Y aclaró que ya están trabajando en eso con una estrategia escalonada: primero consolidarse en Argentina, luego avanzar en Brasil —un mercado enorme que exige una lógica propia—, y finalmente salir a exportar.
“El proyecto Brasil nos va a llevar parte de nuestra energía ahora, pero ya estamos exportando a otras regiones de América del Sur y también a Europa”, detalló el industrial.
¿Y qué sigue? La pregunta flota en el aire como flotan las expectativas tras una presentación de este calibre. “En siembra estamos consolidando Domina, nuestra sembradora de plegado frontal de grano grueso. Pero lo que viene fuerte es la integración electrónica, los datos, la conectividad, incluso inteligencia artificial. Todo eso está en la agenda”, adelantó Gustavo.
En tiempos donde la maquinaria usada amenaza con invadir el mercado local, la industria nacional no se esconde: saca músculo y responde con lo que mejor sabe hacer. Tecnología, innovación y conocimiento de las necesidades del campo argentino. Crucianelli es ejemplo cabal de ello.