La reducción a cero de los derechos de exportación es un viejo reclamo y anhelo de todas las cadenas productivas. Su implementación, aunque sea en forma temporaria, fue celebrada por los referentes del sector cárnico que esperan que la medida se prolongue. Sin embargo, la puesta en marcha de esta decisión tiene sus bemoles.
El decreto 685/2025 establece que los exportadores tienen un plazo de 3 días para anticipar las divisas correspondientes, una vez que se apruebe la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). Luego indica que quien no cumpla en ese requisito no podrá seguir gozando del beneficio.
En declaraciones a Canal Rural Mario Ravettino, presidente del Consorcio ABC, dijo: “Conceptualmente es una medida muy positiva porque es lo que siempre reclamamos. Nuestros competidores no pagan este impuesto que a nosotros nos genera un perjuicio. Bregamos para que sea definitiva”.
Sin embargo, a continuación sostuvo: “Su implementación no es simple. El decreto dice que hay que liquidar las divisas en un máximo de tres días a partir de la vigencia del permiso de embarque”. Sucede que los pagos en estos negocios son a más largo plazo. Por ejemplo, China suele manejarse con un anticipo, y luego cancela el resto cuando llega la mercadería.
“Esto se puede hacer con una prefinanciación de exportaciones o capital propio de la empresa. Si vas a una prefinanciación tenés que tener la relación aceitada con el banco adecuado, y si vas a capital de trabajo, no todas las empresas lo tienen”, señaló Ravettino en este sentido.
El problema de acceder a la prefinanciación bancaria son las altas tasas de interés, que encarecen cualquier operatoria y hacen inviable muchas inversiones.
En esta línea, Daniel Urcia, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (FIFRA) indicó a Bichos de Campo: “La medida es lógica porque pone al sector de la producción ganadera en igualdad de condiciones con los granos, que son el insumo principal para la terminación de la hacienda”.
Pero consideró, al igual que Ravettino, que “no sería aprovechada por todas las empresas ya que exige un costo financiero importante. No todos los exportadores van a poder gozar del beneficio porque se pide la liquidación de las divisas al tercer día hábil de la declaración jurada y muchos contratos tienen plazos de pago más largo”.
Según el representante industrial, “las fábricas que lo puedan percibir van a aprovechar seguramente a hacer inversiones pendientes”, pero indicó que no cree que “haya un traslado a precios del novillo como ocurrió cuando se devaluó el peso”.