La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), desde su brazo de economías regionales, comenzó hace varios años a medir -a través del Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD)- la distancia entre los precios que cobraban los productores de alimentos con los que pagaban del otro lado del cadena los consumidores. La idea de ese ejercicio siempre fue mostrar los enormes márgenes que se cargan a lo largo de la cadena logística y comercial.
Con la fuerte recesión de la economía argentina y la visible caída del consumo, las posibilidades de trasladar esos mismos márgenes al consumidor evidentemente han caído. Y esa debe ser la mejor explicación para que el IPOD refleje este mes su nivel más bajo de la serie. En julio pasado, los precios de los agroalimentos se multiplicaron solamente 3,1 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó 3,1 pesos por cada peso que recibió el productor.
CAME publicó un elocuente gráfico que permite ver que ese índice de 3,1 es el más bajo de toda la serie desde al menos fines de 2022. El pico fue en abril de 2023, cuando ese mismo índice mostraba una distancia de 3,9.
De este modo, en promedio, “la participación del productor alcanzó el valor más alto desde diciembre 2022 y explicó el 35,7% de los precios de venta final, un 14,8% más que en junio”, explicó la entidad empresaria. Luego de eso, remarcó que “durante el mes de julio 2024, fruto de la disminución del poder adquisitivo y la falta de convalidación de precios por parte del consumidor, se observó una caída de la demanda de entre un 30% y un 40%. Al ser, por lo general, productos perecederos, la situación forzó a distintos eslabones de la cadena de valor (mayoristas y minoristas) a resignar parte de la renta”.
“Además, debe considerarse el fuerte incremento de costos tanto en insumos dolarizados, como en transporte, logística, arrendamientos, combustibles y salarios, por citar algunos”, acotó. Como dato saliente, finalmente, se recordó que “la producción agrícola se ha visto afectada por heladas y frío extremo en todo el país, impactando directamente en la oferta. Como consecuencia, se observó un aumento de precios en los alimentos, incrementándose la participación del productor en el precio final en destino”.
Separando por grandes rubros, el denominado IPOD frutihortícola marcó que del campo a la góndola, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta IPOD se multiplicaron por 3,6 veces en julio, lo que representa un descenso del 20% con respecto al mes anterior. En tanto, en el IPOD de origen animal para cinco productos y especies, el consumidor abonó 2,9 veces más de lo que recibió el productor.
El limón (14,1 veces), la mandarina (9,8), la manzana roja (6,9), la pera (6,1) y el cerdo (5), fueron los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino.
De los cinco productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor, 4 forman parte de la canasta frutihortícola y 1 de la de origen animal. Con solo 1,6 veces, el brócoli fue el producto con menor brecha en el mes de julio. Las heladas y el frío extremo han causado pérdidas en la producción agrícola en provincias productoras como Santa Fe.
Les ha llegad0 la hora a los productores productonres, intermediarios, mayoristas y minoristas de la línea alimenticia. A ponerse las manos sin guantes y desembolsar parte de los montos recaudados. A llorar al cementerio. Les toco “LAS DE PERDER”,
Sigan así y tendrán la vara del burro.