César Tapia, amigo y periodista que informa sobre agro en varias radios porteñas, nació en el pequeño pueblo de Las Toscas, en la provincia de Buenos Aires. Queda en el partido de Lincoln, pero alejado a 90 kilómetros de la ciudad cabecera. Y solo se accede a este lugar a través de una ruta que en los mapas aparece asfaltada, pero que es apenas un camino de tierra que se vuelve intransitable algunos días de lluvia. Por eso César bromea y se refiere a su pago chico, a unos 300 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, como “El impenetrable bonaerense”.
César nos comentó alguna vez que en Las Toscas, cada 25 de mayo, el día de la Patria se celebra con un enorme locro elaborado por vecinos, docentes y sobre todo alumnos de la escuela agraria 2 de Lincoln. Y allí entonces quisimos ir los Bichos de Campo, a tomar testimonios sobre evento tan singular, que reúne a más gente de la que habita en el pueblo y que compartiremos con nuestros lectores en las próximas jornadas. En rigor fue una fiesta y fueron a comer más habitantes de los que viven en el lugar. “Un pueblo y cuarto”, bromeó alguno.
“Este locro comenzó a hacerse hace 24 años como algo para colaborar para la escuela, pero después fue desbordando por la cantidad de gente que viene. Acá hay 450 personas que viven en la localidad y hoy se ha preparado un locro para 600 personas. Así que es un evento que también ya está en el calendario turístico del distrito de Lincoln”, nos explicó Tapia.
El dato singular es que no es nada sencillo llegar a Las Toscas, en especial en estos meses muy lluviosos del otoño, que han anegado cientos de miles de hectáreas de campos alrededor y cada tanto cortan el único camino de acceso, la denominada Ruta Provincial 70, que en los mapas figura como asfaltada pero que a esa altura es apenas un pequeño camino de tierra mal mantenido y con poco mejorado.
“Tanta participación de la gente es muy importante, además porque hay que llegar hasta acá con camino de tierra, ya que tenemos 17 kilómetros hasta el asfalto”, remarca César. Por ese mismo motivo la chanza sobre “El Impenetrable”. En Las Toscas apenas hay señal de celular, y para hacer muchos trámites hay que ir a Lincoln o otras localidades más cercanas, como Quiroga o Martínez de Hoz. Por suerte había internet y cerca de las antenas la gente puede comunicarse mediante WiFi.
“Hay que escarbar para ver si la ruta 70 está enterrada, porque la verdad es que el asfalto nunca llegó, lamentablemente, como en tantos lugares del país. Pero bueno, lo cierto es que hay un esfuerzo de la comunidad para seguir adelante. En estos pueblos, en algún momento hubo muchos que quedaron como pueblos fantasmas, hoy por hoy si no fuera por la comunidad y las ganas” no se haría nada, define el comunicador.
César no estudió en la escuela agraria que organiza este locro, pero la quiere como si fuera la suya. “Si no existiera este colegio sería todo muy difícil. Ahí tenés la garita. Muchas docentes vienen de Lincoln y de otros pueblos para poder educar a los chicos de acá”, señala.
César Tapia es agradecido a la gente que mantiene viva la localidad donde nació. “Este fue mi punto siempre de partida”, se define el periodista, a quien le gusta ahora relatar esta ruralidad convencido de que “el campo es mucho más que una tonelada de soja”.
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