El nuevo sistema de distribución de cupos de exportación de cereales implementado por el gobierno argentino terminó beneficiando a Cofco, una compañía agroindustrial global controlada por el gobierno central chino.
La normativa vigente desde fines del año pasado determina que cuando el cupo autorizado de exportación de cereales alcanza el 90% la única manera de seguir registrando embarques es por medio del DJVE-30, lo que implica que las empresas tienen apenas 30 días entre el registro de la operación y la efectivización del embarque.
La cuestión es que las grandes compañías exportadoras suelen emplear el DJVE-360, que establece casi un año de plazo entre el registro y el embarque, porque requieren plazos extensos para coordinar la compleja logística agroindustrial, que depende de factores comerciales, regulatorios, climáticos y hasta geopolíticos.
La operatoria DJVE-30 suele ser utilizada por empresas medianas que exportan pequeñas cantidades de grano por vía terrestre a países limítrofes, pues, obviamente, la complejidad de cargar algunos camiones es bastante menor que las tareas necesarias para completar un buque y coordinar el flete para llegue a destino varias semanas después.
Pero si una empresa agroindustrial tiene abiertas posiciones comerciales en el momento oportuno o bien, por tratarse de una empresa estatal, cuenta con facilidades que las corporaciones privadas no tienen, entonces puede aprovechar el 10% del cupo remanente de exportación.
El registro de exportación de maíz argentino tanto “viejo” (2020/21) como “nuevo” (2021/22) está virtualmente cerrado porque ya se cubrió el 90% de la cuota autorizada en ambos casos. Por ese motivo, en lo que va del presente mes de enero apenas se registraron embarques de ambas cosechas de maíz por 143.072 toneladas.
Pero el dato es que Cofco, aprovechando la ventana del DJVE-30, declaró embarques de maíz 2020/21 por 87.000 toneladas, una cifra equivalente al 60% del total en el período.
En el caso del trigo ocurre algo similar: al completarse el 90% del cupo autorizado por el gobierno nacional, desde mediados del presente mes ya no es posible registrar embarques con DJVE-360. Y nuevamente desde entonces aparece la filial argentina de Cofco con registros de exportaciones del cereal 2021/22 por 153.000 toneladas, seguida inmediatamente por Bunge Argentina con 150.000 toneladas.
Más allá de cuál haya sido la intención de implementar un “margen” de seguridad del 10% en el cupo de exportación, lo cierto es que en los hechos terminó beneficiando a pocas empresas –una de las cuales es una compañía estatal extranjera– en desmedro de la mayor parte de los participantes del negocio cerealero.
Señor usuario de maíz argentino: Aproveche el “hot sale” y lleve cinco toneladas al precio de cuatro