Tristemente el negocio de la venta de hacienda vuelve a ser testigo de un hecho delictivo de cifras millonarias. Como sucedió con GAEC, la consignataria Ecoser SA realizó una denuncia por estafa tras recibir cheques sin fondos por nada menos que 225 millones de pesos, luego de la venta de varias jaulas de novillos con destino a faena. Según los datos arrojados por las investigaciones en curso, los sospechosos tendrían causas similares en China y España.
Pero vayamos al comienzo de la historia. En agosto de 2020 Hernán Gabriel Yomha, presidente de Ecoser SA, entabló contacto con Diego Echeverría, de la firma Tivey Partners (cuit 30-71677857-2) una empresa especializada en la exportación de carne que fue creada el 28 de enero de 2020 y que declara domicilio en la calle Paroissien, en el barrio de Núñez. Relataron los denunciantes que el nexo para ese acercamiento fue la empresa Rosenbush, manejada por los hermanos Andrés y Matías Balestrini, clientes de Ecoser desde hacía más de diez años.
El primer negocio entre la consignataria y Tivey Partners se realizó el 12 de enero de 2021, por la venta de una jaula de novillos gordos. A partir del mes de mayo, la empresa comenzó a aumentar el número de cabezas de forma considerable, adquiriendo ese mes 150 animales, 336 en junio, 882 en julio, 1.666 en agosto y 1.954 en septiembre.
Los animales, que provenían de clientes que Ecoser tiene en Salta, eran novillos principalmente de la raza Braford, engordados en feedlot con un peso aproximado de 470 kilos. Según Tivey Partners, los mismos eran faenados en los frigoríficos Mattievich, en Rosario, y en Agroindustria Quilmes, de Buenos Aires.
Todos los pagos se realizaban con cheques electrónicos emitidos por los bancos Galicia y Credicoop. Hasta el mes de agosto, Ecoser recibió todos los desembolsos de forma correcta, sin embargo a partir del 24 de septiembre, los cheques de las operaciones realizadas el mes anterior figuraron sin fondos.
“Es una maniobra típica. Generan confianza porque la operatoria gira y se cumple. De repente hacen otra operatoria para la cual te adelantan los cheques, y mientras el otro carga hacienda estos saltan rechazados. Cuanto cae el primer cheque, caen todos los que vinieron detrás”, dijo Germán Fernández Pescuma, abogado de Hernán Yomha, a Bichos de Campo.
Si bien el consignatario había chequeado la situación financiera de la empresa antes de comenzar a operar con ellos, al ser una razón social nueva no figuró en el registro de deudores. Luego de que los pagos comenzaran a ser rechazados y se iniciara una investigación, el sistema arrojó que la firma presentaba deudas por 340 millones de pesos.
Al día de la fecha, una consulta a la central de cheques rechazados del Banco Central confirma que la firma denunciada acumula 237 cheques sin fondos de los que sólo pudo levantar 4. La deuda acumulada así llegaría a 331,184,023,30 pesos a diciembre pasado.
Así, de los 600 millones de pesos que implicó en total el negocio entre Ecoser SA y Tivey, la firma exportadora de carne habría terminado estafando a Hernán Yomha –y por consiguiente a sus clientes- por 225 millones de pesos, que todavía no han podido ser recuperados.
“Todo eso fue un ardid armado claramente para defraudar. No es que se quedó sin giro comercial o se quedó sin un comprador. Está todo preparado”, indicó Pescuma.
Otro dato que muestra que la firma acusada de estafa ingresó en una espiral de incumplimientos es que en julio de 2021 dejó de abonar completamente los aportes patronales de sus empleados. En una presunta defensa, los socios de Tivey podrán argumentar que su caída en desgracia coincide con el inicio del cepo a la exportación de carne vacuna impuesto por el gobierno.
Pero eso no explica que no hayan buscado arreglar las cosas con sus proveedores de hacienda. Por cierto, ¿qué pasó con la carne? Según las indagaciones realizadas por el equipo de abogados de Yomha, una parte fue vendida entre el mercado interno y el externo, y otra desapareció del circuito comercial, por lo que estiman que continúa en contenedores en algún establecimiento frigorífico.
Luego de que se realizaran las denuncias correspondientes –una comercial, contra Tivey Partners por los cheques rechazados, y otra penal, contra Echeverría y los hermanos Balestrini por el delito de estafa- la justicia avaló el embargo de algunos contenedores encontrados en los establecimientos de Mattievich y Ferri Frío.
“Eso está en el marco de un expediente judicial. Está pronto a que se dicte sentencia y se remate. Con eso se paga parte de la deuda, alrededor de un 20%, no más”, señaló Pescuma.
Mirá acá la denuncia penal:
5to borrador de la querellaY como si esto fuera poco, la investigación arrojó otros datos alarmantes sobre Tivey Partners.
En primer lugar se constató que la firma habría realizado otras maniobras fraudulentas por fuera del país. Una de ellas fue en España, en donde la empresa aseguraba tener oficinas comerciales. La otra fue en China, donde Tivey aplicó el mismo modus operandi.
“Se contacta conmigo un abogado y me dice que tiene un damnificado que le llega por medio de la Embajada China, con un caso de estafa. Me explicó que le prometió diez contenedores de carne, le sacó un anticipo del 35% y los contenedores nunca llegaron. Esto hoy por hoy lo está siguiendo la Embajada de China”, relató Pescuma. La empresa extranjera damnificada es Shanghai Ruimeng International Trade Co. Ltd.
En esa pesquisa también se identificó que uno de los accionistas y socios fundadores de Tivey, Federico Ridao (cuit 20-27308582-4), maneja junto a su pareja, María Celeste Ma, una sociedad en Uruguay dedicada a la exportación de carne. La misma se llama IAO Trading SRL y estiman que podría ser el nexo con los importadores chinos.
“Todo lo averiguamos a través de investigaciones privadas que fuimos haciendo. Ridao aparece en la constitución de Tivey y sabemos que está detrás de esto. Creo que puede ser el cerebro de la operación”, confesó el abogado.
Pero quizás el dato más preocupante sea que la firma cuestionada seguiría operando bajo una nueva razón social. Según indicó Yomha a Bichos de Campo, otros productores comenzaron a ser contactados por Echeverría bajo el nombre del comprador Juan José Poggio (Cuit 20-04527925-2), que estaría operando con la matrícula 51.558 y faenaría en Los Gansos SRL. Se trata de un frigorífico habilitado hace un par de años en Cañuelas. Uno de sus dueños es Eduardo Perdomo, quien figura también como asesor de cooperativas de faena y asesor del Ministerio de Agricultura. Poggio figura actualmente como matarife abastecedor en el RUCA, el registro de operadores de ese ministerio. Se trata de un jubilado de 76 años de edad.
“Echeverría sigue operando al contado. Se quedó con un colchón de al menos 300 millones de pesos y sigue contactando a productores, pidiéndoles jaulas. Pero esto no es como comprar un paquete de caramelos en un kiosco. Tiene una trazabilidad y se necesita un consignatario con una matrícula. En este caso usan a este jubilado –Juan José Poggio- que no es más que un hombre de paja”, dijo Pescuma.
“La Justicia es muy lenta. Te terminan ganando por cansancio. Nos habilitaron un juez de un juzgado de turno pero el tiempo pasa. Yo estoy desde el 16 de noviembre con la carne embargada, tengo todos los cheques rechazados. Con el tiempo la carne se deteriora y encima genera costos de frío. El motín a cobrar es cada vez menor”, se lamentó Yomha.