En 48 horas el calendario marcará 29 de junio y, como ocurre ese día todos los meses, será momento de comer ñoquis. ¡Pero atención! Esta vez te pedimos que prestes atención, no en busca de gente que va a cobrar su salario sin haber trabajado sino para todo lo contrario: detrás de ese plato de ñoquis hay muchísimos puestos de trabajo del sector agroindustrial.
La masa representa a productores de papa, de huevo, de trigo, a molineros, transportistas y comerciantes; la salsa involucra a fruticulturas y horticultores; el queso a tamberos, industriales, distribuidores y vendedores. Y la lista sigue con el resto de los ingredientes del plato.
De eso da cuenta un reciente informe elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) sobre el empleo agroindustrial, que indica que el 24% del trabajo privado es generado en alguna cadena agroindustrial, lo que representa un total de 3,7 millones de puestos. Y lo que es más, el 38% de ese universo proviene del eslabón primario.
“Cuando pensamos en el empleo agro sólo nos imaginamos productores, agrónomos, veterinarios y trabajadores del campo, produciendo trigo, tomate, limón o criando un ternero, pero va más allá de eso, genera empleos en múltiples rubros urbanos como administrativos, comerciantes, personal de ingeniería, tecnología, investigación, mantenimiento, limpieza, y una rueda interminable de puestos que se multiplican a lo largo de todas las cadenas”, indicó Natalia Ariño, economista de FADA.
“Todo el tiempo estamos en contacto con productos que vienen de las cadenas agroindustriales: en las pastas del domingo, en el combustible de tu auto, en la comida para tu mascota: todos esos productos movilizan miles de puestos de trabajo”, agregó.
El mayor generador de empleo es el de la producción primaria, siendo las cadenas más importantes la de carne vacuna, con el 12% de los puestos de trabajo; la de frutas, verduras, hortalizas y legumbres, también con el 12%; la del trigo y la soja con el 10%, y la del maíz con el 6%.
Al eslabón primario le sigue el de la comercialización, con el 25% del empleo total, la industria con el 22%, el transporte con el 7%, los servicios conexos con el 5%, y el de maquinarias e insumos con el 3%.
Mirá el informe completo acá:
Empleo CAI 2022
“Tenemos que entender todos, como sociedad, que el ‘campo’ no sólo es sembrar o criar animales. Involucra a millones de personas desde los que trabajan la tierra hasta los que están en una oficina en la ciudad”, remarcó la economista.
Pero además del volumen de trabajo que generan, estas cadenas productivas se caracterizan también por ser federales y tener impacto a lo largo y ancho del país. Tal es así que el 31% de los empleos en las cadenas agroindustriales pertenecen a las distintas economías regionales.
“Por ponerte algunos ejemplos, el 4% de los puestos los genera la cadena azucarera, la vitivinícola 4%, tabaco 2%, pesca 2%, estas son algunas cadenas regionales, que son muy importantes para el desarrollo económico de diferentes partes del país”, detalló la economista Nicolle Pisani Claro.
Y analizando cadena por cadena, además de las economías regionales, también hay un 30% que pertenece a las cadenas de granos y forrajes, un 24% a las cadenas de animales (vacunos, porcinos, aviar, ovinos, lácteos, entre otros), un 14% a los servicios (financieros, seguros, contables, etc.), y un 1% a los bienes de capital como las maquinarias.
“Entre todos esos sectores, millones de familias tienen la posibilidad de acceder al empleo gracias a las cadenas agro, que en conjunto dinamizan gran parte de la producción de nuestro país. Con este estudio buscamos mostrar todo el potencial que tiene el sector para crecer y encarar el triple desafío de aumentar la producción, el empleo y la generación de divisas, minimizando el impacto ambiental y optimizando la inocuidad y calidad de sus productos”, afirmó FADA en su informe.