Las autoridades sanitarias de los países miembros de la Unión Económica Euroasiática (UEE), es decir Rusia y sus principales socios políticos, han aceptado la propuesta del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y la Argentina podrá comenzar a vender embriones bovinos hacia la Unión Económica Euroasiática (UEE).
Lo informó la Cancillería en un comunicado, que da cuenta de una de las primeras aperturas de mercado logradas por la gestión de Javier Milei como presidente. La UEE es una unión económica que se estableció el 1 de enero de 2015 con el tratado firmado por Rusia, Kazajistán y Bielorrusia.
Esta noticia da por tierra con todas las tonterías dichas en tiempos de campaña electoral, cuando Milei declaraba muy suelto de cuerpo que la Argentina, bajo su gobierno, no iba a ser más pactos con naciones gobernadas por el comunismo que fueran anti-mercado, como China o Brasil. Rusia ha dejado de ser comunista, pero conserva mucho de esos modos. Hay que recordar, claro, que en esos momentos la ahora canciller Diana Mondino se ocupaba de explicar que iba a ser inevitable hacer acuerdos sanitarios de este tipo con todo tipo de gobiernos, incluso el de Vladimir Putin. Y que luego los que decidirían si comerciar o no serían los actores privados.
Lo que acordaron los servicios veterinarios de esos países con el Senasa es le modelo de Certificado Veterinario Internacional (CVI) que avalará la exportación de embriones bovinos. “De tal modo, a partir de inicios de 2024 el mercado se encontrará operativo para nuestro país”, festejó la Cancillería, que elogió el trabajo coordinado de varios organismos del Estado Nacional.
La Unión Económica Euroasiática (UEE), que ya había habilitado el ingreso de semen bovino en 2022, “comprende un mercado de 183 millones de personas, que tiene un comercio con nuestro país del orden de 880 millones de dólares, con superávit de 256 millones para la Argentina”.
Los principales bienes exportados desde nuestro país son frutas y cítricos, carnes, lácteos y frutos secos.