El precio de la leche que las industrias pagaron a los productores por lo remitido en mayo registró un aumento promedio de 4,5%, por debajo de la inflación que estiman los privados en 5,2% y que informará el gobierno esta misma tarde. La leche cruda quedó por encima de 45,50 pesos.
Esto, de confirmarse, cortaría una racha de cuatro meses de suba de la leche por encima de la inflación. Esa corta etapa, de todos modos, no alcanzó para que el sector primerio tenga plena rentabilidad.
En el acumulado de los últimos 12 meses el ingreso por litro de los tamberos subió 52%, contra una inflación promedio hasta acumulada hasta abril de 58%.
El precio de la leche pierde la carrera contra la inflación y también contra el principal insumo que es el alimento de las vacas. El precio del maíz y la soja aumentaron en el mismo periodo cerca del 60%. El maíz que se paga 32.000 pesos la tonelada, costaba 20.000 pesos a mediados de junio del año pasado. La soja que ahora vale 48.000 pesos se vendía a 30.000 pesos.
Un reciente informe lechero de los grupos CREA explica lo que está pasando con la relación insumo/producto: “Para el mes de abril de 2022 se pueden comprar 1,5 kilos de maíz (disponible) con un litro de leche. Respecto a marzo, esta relación se mantuvo estable. Sin embargo, se encuentra un 25,6% por debajo del promedio de los últimos 5 años (1,9 kg maíz/l leche)”.
De acuerdo a ese informe, “los últimos aumentos en el precio de la leche (a valores constantes) no alcanzan a compensar el incremento de los costos de producción, siendo los rubros de sanidad y recría los de mayor aumento”.
Jorge Olmedo, de la Comisión de lechería de CREA y productor, añadió que “no hay rentabilidad en el sector, estos precios son de quebrando y no retribuyen la inversión al capital que hicieron los empresarios”.
Esto desmejora claramente la situación económica. Pero también hay problemas financieros ya que para cubrir esos costos se requiere de más facturación y al mismo tiempo hay un estiramiento en el plazo de cobro de la mercadería.
La ampliación de la brecha entre ingresos y costos significa que en promedio se deben facturar 3 días más para cubrir el gasto mientras que el pago se estiró 5 días.