Eodora Méndez es considerada una de las líderes de la ruralidad a nivel del continente americano. Ella firma parte de un pueblo originario de Honduras, y ha sido distinguida recientemente por el IICA (Instituto Interaméricano de Cooperación para la Agricultura), que agrupa a los 34 países de los tres continentes, por su trabajo y desempeño en el medio rural en que vive. Allí, a pesar del machismo reinante todavía, se convirtió en una dirigente de una gran empresa cooperativa que produce hortalizas para llegar directamente al consumidor.
Bichos de Campo pudo entrevistar a Eodora, cuyo nombre se escribe así aunque ella no conozca a ninguna otra persona que se llame igual, en el marco de la última reunión de ministros de Agricultura de las Américas, realizada en Costa Rica. Y nos pareció oportuno compartir este reportaje justo hoy, 15 de octubre, día en que se celebra a nivel internacional el Día de la Mujer Rural.
-Eodora es un nombre muy particular, vos decís que es casi único, exclusivo. ¿No lo escuchaste en otros lados?
-No, no lo he escuchado ese nombre.
-Se ve que a tus padres se le acabaron los nombres, porque ustedes eran trece hermanos y ya no tenían más nombres que poner.
-Mi padre era bien estricto en buscar nombres para ponernos a nosotros, a los hijos.
-¿Dónde creciste?
-Nosotros crecimos en el área rural, siempre en el bosque produciendo las hortalizas. Ahí vivía mi padre, ahí convivíamos toda la familia.
-Ubicame en qué zona de Honduras.
-Somos de Honduras, vivimos en el departamento de Iztibucá. Igual el municipio se llama Intibucá. Y la comunidad se llama Tobopala Candelaria Intibucá.
-¿La zona está recostada sobre un mar? ¿Lejos del mar?
-Lejos del mar, a 1.700 metros de altitud sobre el nivel del mar.
-Es una zona montañosa y muy verde, me la imagino.
-Sí, es una zona muy verde, una zona muy fría, que es apta para la producción de lo que son las hortalizas, como ser papa y brócoli, coliflor, todas las que son hortalizas para consumo.
-¿Desde chiquita estás ligadas a la actividad productiva?
-Desde chiquitos mi padre nos llevaba al campo a cosechar la papa, a cosechar las verduras, todo lo que él cultivaba, pues nosotros lo aprendimos desde pequeños y así fuimos buscando la forma también de seguir con el mismo logro, produciendo.
-¿Y es cierto que a los 15 años le pediste una partecita de un lote a tu padre para producir tus propias hortalizas?
-Más que todo lo que yo decía era ya no depender de mi padre. Tanto de que se diera unas monedas para salir el fin de semana ni para la necesidad de una persona, de uno siendo soltero. Uno quiere hacer sus cosas ya personales y en eso fuimos buscando alternativas de cómo poder producir independiente. Y eso es lo que nosotros también nos satisface, porque desde muy pequeños venimos con eso. El campo es una belleza natural que nosotros lo apreciamos mucho.
-¿Pero tu padre debía tener una superficie chica?
-Mi padre fue una persona, le puedo decir, huérfano. Él en sus años pequeños, según nos contaban otros, él fue huérfano, sus padres fallecieron a temprana edad y él quedó muy chico y sobrevivió buscando alternativas dentro de la familia. Y gracias a Dios, pues, él logró crecer y así pues no tenía un lugar donde vivir. Él vivía en lo de un primo. Lo que él hizo después, pues, es buscar ya un lotecito donde poder comprarlo y poder establecer su vivienda ya con mi mamá. Durante su juventud, pues él fue pensando en cómo poder obtener un lugar donde vivir. A pesar de todas las dificultades que tuvo durante su crecimiento, pues él fue una persona muy responsable y nos dio todo lo que nosotros necesitábamos, el crecimiento, la salud. Tal vez no nos dio la educación que nosotros deberíamos de tener, pero con tal nos dio la vida y la salud, nosotros somos felices.
-¿Hasta qué edad pudiste estudiar vos?
-Yo solo estudié la primaria porque, como le digo, la capacidad de mi padre no tenía como para podernos poner a estudiar ya en un colegio o en una universidad.
-Y para ir a un colegio o a una secundaria tenían que emigrar…
-Teníamos que salir del campo a la ciudad y era bien complicado porque no había transporte, no había medios de comunicación, era una situación crítica en nuestra zona.
Mirá la entrevista completa a Eodora Méndez:
-¿Sos orgullosa integrante del pueblo Lenca? ¿Qué es el pueblo Lenca?
-Del pueblo Lenca (una cultura originaria que puebla Honduras y El Salvador) yo me siento bien orgullosa, porque ahí es donde se cultivan todos los productos que nosotros podemos sacar a los mercados y, alimentar a nuestro pueblo, a nuestra población. Igual de lo mismo que nosotros producimos, nos alimentamos. La mayoría nos dedicamos a la producción de hortalizas.
-¿Por qué crees que el IICA te eligió como líder rural?
-Bueno, más que todo creo que ellos vieron la oportunidad que yo he tenido, más que todo por mi forma de trabajar, de luchar. Porque le ha gustado, pues, el momento en que yo me organicé. Yo dije, estas cosas van a cambiar, me voy a capacitar, me voy a preparar para poder sacar adelante a mucha gente que realmente necesita. Porque la producción anteriormente, más que todo, solo era producir y vender al intermediario. Y el intermediario pues a veces no le daba el precio justo que nosotros necesitábamos como productores para poder salir adelante. Porque la situación, como le digo, era bien complicada. Porque uno no podía decir qué precio yo puedo vender mi producto, a dónde yo puedo colocar mi producto, que me den un mejor precio. Y gracias a Dios, pues, dentro de la organización…
-¿Ahí apareciste vos, tratando de organizar a la gente para defender el valor de su producción?
-Bueno, ya estaban organizados, lo que yo hice es involucrarme a esa organización y buscar alternativas para poder mejorar lo que es las condiciones de vida de cada uno de nosotros, y buscar alternativas de comercialización, ver la forma de cómo poder llegar hasta un mercado formal con nuestro producto y que nos den un precio justo a nosotros que estamos produciendo en el campo.
-¿Y cómo se organizan? ¿Cuántos son? ¿Quiénes son?
-Más que todo, la empresa es una empresa campesina, y estamos ahí todas las comunidades. En cada comunidad, pues, hay una cooperativa, Esas cooperativas son las que juntan la producción para venderla juntos. Y eso de convencer a esta gente a que produzcan para un mercado, pues, tampoco ha sido fácil. Ha sido un trabajo largo, un trabajo arduo. Y poderlos convencer también de que realmente necesitamos una producción de calidad, necesitamos constancia en la producción, necesitamos hacer planes de siembra, cambiar la mentalidad del productor. Pensando un poco más lo que necesita el mercado, para no producir de más. Porque nosotros, igual, cuando hacíamos ya las negociaciones directamente con los supermercados, ellos decían, yo necesito producto todas las semanas, todos los meses, todos los años; yo no necesito que ustedes me digan que hoy le entrego, mañana no, no necesitamos excusas. Entonces, eso es lo que a nosotros nos abrió la mente. Decir, ¿qué podemos hacer para poder estar con esa producción constante, entregándole al mercado constante? Porque el consumidor, pues, espera el producto todos los días.
La empresa que integra Eodora se llama Empresa Campesina Agroindustrial de la Reforma Agraria de Intibucá (ECARAI). está integrada por varias cooperativas y muchos productores, de cada una de las comunidades del pueblo Lenca. Venden sus productos sobre todo en la capital de Honduras, Tegucigalpa. “ya hay siete empresas, que son empresas de diferentes departamentos, que igual nos unimos para poder ofrecer más productos. Tal vez solo no hortalizas,verduras de hojas, papas, sino que también nos organizamos para poder llegar al mercado con más productos”, nos dirá Eodora.
-¿Es decir qué básicamente tu misión en reunir voluntades?
-A mí me gusta trabajar en las organizaciones porque ahí uno ve muchas cosas, muchas situaciones, muchos problemas que tenemos en el campo, cómo combatir las enfermedades, las plagas. Y ahorita que nos está afectando el cambio climático también, son cuestiones de que cada día tenemos que irnos preparando, buscando alternativas. Y también diciéndole a los gobiernos que ellos se preocupen por la producción del campo, que es la que mantiene al pueblo.
-¿Qué le aconsejas a esos productores que sienten la impotencia de que su producto no vale y después sale carísimo cuando llega al consumidor?
-Lo que nosotros siempre impulsamos es más que todo que como productores nosotros seamos productores educados, productores organizados, porque de ahí depende de cómo uno pueda salir adelante, porque uno solo es difícil, porque tal vez uno siembra el producto y no tiene la asesoría y no sabe cómo poderlo comercializar, siempre está dependiendo de la intermediación.
-Entonces buscar información, y organizarse para hacer valer esa producción.
-Para hacer valer. Igual la asistencia técnica es muy importante también, que eso también se debería de fortalecer, porque con la asistencia técnica es donde nosotros también nos podemos preparar para hacer un adecuado uso de los recursos, lo que son los insumos. A veces muchas de las personas no acostumbramos a leer, a veces solo vamos porque así nos dijeron que hay que aplicar y a veces estamos contaminándonos o dañando el medio ambiente. Tenemos que conocer todo tipo de productos que nosotros aplicamos, tenemos que estar seguros de que no nos va a afectar la salud y el medio ambiente.
-Los primeros expuestos son los agricultores a la contaminación y muchas veces por desconocimiento, porque su padre o su abuelo hacían las cosas de determinada manera y ellos siguen haciéndolo.
-Sí, porque en ese entonces cuando nuestros padres cultivaban, yo creo que productos como los que se utilizan hoy, en ese entonces ellos no utilizaban tantos productos porque no había tanta contaminación, no había mucha producción excesiva, así como hoy que cada día más se va aumentando lo que es la producción, entonces hay más plagas, más enfermedades. La mano del hombre es el que ha venido a afectar muchas cosas del medio ambiente y yo creo que tenemos que ir buscando la forma alternativa de poder bajar un poco lo que es la parte química.
-¿Y están haciéndolo ustedes como organización?
-Estamos haciendo unos pequeños ensayos para poder ver de qué forma podemos trabajar más con los biológicos que con los químicos.
-¿Te costó más por ser mujer?
-Ah, mucho. Más que todo, usted sabe que a veces en las organizaciones pues hay mucha gente que todavía le falta entender el papel de la mujer porque a veces el machismo siempre predomina. Hay mucha gente, pues lo primero que decían es que en el caso mío, pues yo por ser mujer, ¿qué puedo hacer? Porque uno está acostumbrado más que todo a estar en la familia, estar en la casa, haciendo todo lo que hacer es en la cocina. Estaba mal visto que la mujer salga de su casa. Y mucha gente nos rechazaba pues. Nos decía ¿qué va a hacer esta mujer? ¿Qué va a hacer esta organización? ¿Cómo va a impulsar? No tiene experiencia. Yo creo que las experiencias se van adquiriendo poco a poco. Con el tiempo uno sobresale. Yo creo que más que todo lo que me ha ayudado a mí pues son las capacitaciones, las giras, intercambios, compartir con otra gente que tenga experiencia. Eso me ha hecho pues llegar hasta donde estoy el día de hoy.
-¿Y crees que viendo tu ejemplo, otras mujeres rurales se están animando un poco más?
-Sí, yo creo que ya con todo lo que se ha ido haciendo y se ha visto, hemos tratado de impulsar a otras mujeres para que ellos también sobresalgan adelante y sigan en esta situación. En la administración pues eso es lo que uno va viendo, de que realmente los recursos que se quieren pues se inviertan de la mejor forma para poder sacar adelante a nuestra familia.
-No digo frente a Dios porque no sabemos cuántos dioses ni si vos sos creyente, pero si estuvieras con la persona más importante de la tierra, ¿qué le dirías que necesitan en tu región, en Honduras?
-Pues lo que nosotros necesitamos más que todo es que se apoye más a lo que es la producción porque, como decimos es el sustento que hay del día a día, porque si no hay producción no hay alimento, no hay nada. Nosotros nos sentimos que somos como la tierra fértil que nos gusta producir y necesitamos más apoyo para poder hacer crecer esa producción y que esa producción pues sea la vida de cada uno de nosotros y que refleje en cada una de las personas. Realmente todo lo que se produce en el campo con amor, eso llega a las manos del consumidor y eso ayuda a que esas personas tengan una buena alimentación, una buena dieta alimenticia para que podamos sobrevivir y eso es lo que nos satisface como productores.