“Estamos en el momento productivo más complejo, esperando la lluvia, esperando que la situación climática mejore en el sector. El norte argentino que viene muy castigado. Venimos en una situación compleja hace cuatro años”, dijo Héctor Linke, de la Asociación de Productores Algodoneros (APA), a Bichos de Campo.
El agricultor luego indicó que “las precipitaciones tienen que ser mejores de las que estamos acostumbrados en estos últimos cuatro años. El algodón necesita de muchos milímetros, alrededor de 700 como mínimo, sino el complejo productivo se vuelve ineficiente y tiene bajos rindes”.
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Para este año se esperaba cubrir una superficie de entre 500 y 600 mil hectáreas, pero eso está en riesgo no solo por la falta de agua en el perfil sino por la ausencia de semillas en cantidad y calidad.
“La semilla es un cuello de botella. El productor puede hacer uso propio de la semilla pero es de malísima calidad. Estamos tratando de resolver ese problema con la compañía que la provee porque el productor está desfinanciado”, advirtió Linke.
La baja calidad de la semilla tiene que ver con los malos resultados productivos que tuvo el algodón en las últimas campañas. Lo que tienen los agricultores para hacer uso propio es entonces de bajo poder germinativo, y de utilizarla podría dar un mal resultado productivo que se profundizaría por la falta de agua.
Según Linke está faltando entre el 30% y 40% de la semilla necesaria para la siembra, que se debería comprar al semillero que la provee, Gensus, y pagar lo que corresponde. Es decir, no el canon por el uso propio sino un monto mayor, ya que se trata de semilla certificada y fiscalizada.
“El uso propio abarata el costo pero el algodonero está desfinanciado, y por eso estamos buscando ver de qué manera se puede financiar esa semilla para que el productor la pueda pagar el año que viene. Como institución recomendamos que si es de mala calidad, se puede arriesgar la cosecha. Por eso tratamos de que el productor tenga ese financiamiento y pueda comprar la semilla que es fiscalizada y esté en buenas condiciones”, dijo Linke.
A continuación, añadió: “El costo que tendría el productor pagando el canon de uso propio rondaría los 30 a 35 dólares por hectárea. Si tuviera que usar semilla fiscalizada, hablaríamos de 80 a 90 dólares con pagos al día. Estamos negociando plazos porque el producto este año entró a pérdida. Si dejáramos el precio en 50 dólares igual tendríamos problemas. Lo que queremos desde la Asociación es lograr el mayor acuerdo de financiación posible, pero también sabemos que para la empresa es complicado”.