La caída en la oferta de vacas para faena en agosto fue marcada. La baja fue de 12% con respecto a julio y se seguirá profundizando en los próximos meses porque van quedando en los campos de cría pocas hembras que no sean productivas, a las que los ganaderos deciden no darle nuevas oportunidades de quedar preñadas.
Esa baja en la oferta disparó el precio de esa categoría durante agosto, y la tendencia que se sostiene en el inicio de septiembre. Los precios de las vacas en el Mercado de Cañuelas promedian los 1600 pesos por kilo vivo, pero hay lotes que se venden en los 1900 pesos, casi al mismo valor que los novillitos y vaquillonas de feedlot, que se negocian entre 1900 y 2100 pesos.
Como sea, el promedio actual de las vacas es 35% superior al que logró esa categoría en julio.
La fuerte suba tuvo tres causas. La primera fue la menor oferta antes señalada. La segunda fue que desde inicios de agosto el gobierno eliminó los derechos de exportación pero únicamente a la carne que se produce por la faena de ese tipo de bovinos (las hembras adultas), lo que mejoró su competitividad exportadora. Y la tercera fue la mejora en los precios que paga China, destino excluyente de ese tipo de carne.
Los cortes como garrón y brazuelo, según informa la Asociación de Productores Exportadoras (APEA), se pagan 4500 dólares por tonelada mientras que por los sets de cortes de vacas alcanzan precios de 4200/4300 dólares.
En el primer caso, garrón y brazuelo aumentaron 11% con relación al piso que tuvieron unos meses atrás y recién ahora empatan los precios de marzo de este año. Los sets de cortes de vacas subieron 17/18% con respecto a los valores más bajos del año. Ya son levemente superiores a los de febrero o marzo.
En definitiva, el precio de la vaca pegó un salto muy marcado en el último mes, que fue superior al que tuvieron los valores de la carne que se vende a China. Esto da cuenta de que ante la poca oferta, los frigoríficos exportadores no tuvieron otra opción que competir y terminaron trasladando esa puja al precio del ganado, incluyendo la mejora en los precios que se logró con la eliminación de las retenciones.
Para la cría esta suba de los valores mejora la rentabilidad. Según analistas, la venta de vacas de refugo (las que mandan a faena) significa cerca del 25% de la facturación de los criadores, mientras que el resto corresponde a la facturación de terneros.