Una de las noticias que más ruido hizo en materia de política agropecuaria es la decisión del gobierno de Donald Trump, de disponer elevados aranceles provisorios de importación al biodiésel argentino, por considerar que los embarques desde la Argentina están subsidiados y cometen dumping.
“Se esperaba que Estados Unidos se despachara con esto de los aranceles provisorios, iniciado el proceso ante el Departamento de Comercio, tras la denuncia que realizó la entidad que agrupa a los productores de biodiesel en Estados Unidos. Lo que nadie esperaba, y que incluso sorprendió a los propios productores norteamericanos, era el nivel del arancel, entre el 50,29 al 64,17% que deja un promedio del 57%”, explicó Fernando Bertello en Bichos de Campo.
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De este modo, Dreyfus tendrá que pagar el 50,29% de aranceles, y Vicentín el 64,17%, al tiempo que el resto de las empresas pagarán el 57% en promedio. ¿Por qué esa disparidad puntual sobre esas dos empresas? Bertello describió: “sobre esas compañías se inició la investigación de dúmping, y a las que Estados Unidos pidió que respondieran un extenso cuestionario”.
¿Cómo sigue la cosa? “Lo más probable es que Estados Unidos avance con aranceles definitivos, probablemente a fines de este año o comienzos del que viene. Y hay algunos del sector privado que aseguran que se intentaría una negociación para ofrecer cupos. La realidad es que Argentina sigue sin abrir el mercado europeo; se iba a concretar en agosto de este año, pero no ocurrió nada. La votación clave se dará en septiembre y veremos qué pasa, y si, en caso de que se abra, será tan inmediato como muchos piensan”.
Bertello añadió que “la alternativa de Argentina es salir a ofrecer el aceite de soja al precio que sea. Hace poco se anunció una reapertura del mercado de China, pero es un país que piensa comprar 500.000 toneladas de todos los destinos a los que compra. Hay que ver cuánto puede compensar Argentina con esto”.