La cebada es de los pocos cultivos que este año zafan de la seca. Si en el caso del trigo la seca está pegando duro y se teme por una caída importante en los rindes, en el caso de este cereal -que se utiliza como base para la elaboración de cerveza- se calcula que el impacto será menor y que habrá un incremento productivo con relación al ciclo anterior.
De acuerdo al relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se sembraron en esta campaña 1,3 millón de hectáreas, un 8% más que en el ciclo anterior.
Según el especialista Mario Cattaneo, de ese total 1,1 millones de hectáreas están en la mitad sur de la provincia de Buenos Aires. Allí el desarrollo del cultivo fue en condiciones normales hasta ahora.
Allí el cultivo está en buenas condiciones gracias a las lluvias que recibió, debido a que es más eficiente en el consumo del agua disponible en el suelo y a que la variabilidad térmica es menor que en la zona central del país, donde sólo hay implantadas 200 mil hectáreas y que son las afectadas por el mal clima de esta campaña.
“Respecto de la zona centro del país que sufre y mucho la seca, esta región se podría decir que es el paraíso”, graficó Cattaneo. “Los cultivos se están desarrollando bien, con buen macollaje, seguramente en octubre necesitaremos una buena lluvia para garantizar el rendimiento que por ahora no está comprometido en esta región”, añadió.
El especialista dijo que la producción final debería estar en “5,2 millones de toneladas y si el clima ayuda llegar a las 5,4 lo que sería entre 5% y 10% más que la campaña pasada a pesar de que se fertilizó menos por los altos precios de los fosforados sobre todo que se usan al momento de la siembra y también de los nitrogenados”.
Con respecto a los márgenes, Cattaneo dijo que en campo alquilado y con un rinde de 4.000 kilos por hectárea el resultado es positivo. Se trata de un rendimiento que se puede alcanzar en la zona sur del área, siempre que el clima no le juegue una mala pasada en los meses que quedan hasta la cosecha.
Los precios de la cebada vienen en baja, como en los demás commodities, y esto no tiene que ver con bajas en la producción mundial sino con la situación económica global y en particular con lo que está pasando con China, que redujo sus compras.
“Los precios de la forrajera están en 245/250 dólares FAS y por la cervecera las malterías pagan un plus y el valor llega a 280/290 dólares la tonelada. Son históricamente muy buenos aunque menores de los que hubo meses atrás cuando se superaron los 300 dólares”, evaluó el experto.
Cattaneo dijo que esos mejores precios fueron parcialmente aprovechados por los productores, que en sus momentos anticiparon ventas a través de contratos forward para la exportación o que aceptaron las propuestas de las malterías. Pero queda cerca del 50% de la cosecha con precio por definir.
“Son buenos precios, pero la rentabilidad con los costos que hubo este año pasa por obtener al menos 4.000 kilos en el sudeste bonaerense. En el sudoeste el rinde de indiferencia es menor, pero en condiciones climáticas normales en estos precios el resultado es positivo”.