El IPCVA (Instituto de Promoción de la carne Vacuna) publicó su informe mensual de precios de las diferentes carnes. De acuerdo a las mediciones hechas en cerca de 200 bocas de venta, el incremento de los cortes vacunos en abril respecto del mes anterior fue de sólo 0,5%, cuando en marzo la suba había sido de 6,4%, con un acumulado de más del 80% en la comparación contra el año pasado. Así, mientras se frena la carne, la inflación esperada para este mes podría llegar al 4,5%.
Desde diciembre, cuando empezó una veloz escalada en los precios de la hacienda, de a poco los matarifes y frigoríficos fueron trasladando la mejora al precio de la carne en la góndola. Pero el consumo, castigado por la crisis económica y pese a que la oferta de hacienda para el mercado doméstico es reducida, le puso freno a la suba de la carne, y en consecuencia también a la del mercado ganadero.
Por eso en marzo y abril el ganado para faena no tuvo incrementos. La excepción es lo que sucede con la vaca, que gracias a la alta demanda China sigue aumentando. En febrero el novillo en el Mercado de Lineirs cotizó en 60 pesos por kilo vivo, el novillito cotizó en 65 pesos y las vaquillonas en 62 pesos. Son los mismos promedios que los alcanzados el mes pasado.
Desde la industria frigorífica dijeron que no esperan incrementos del precio de la hacienda al menos hasta la llegada de la primavera, ya que a partir del mes próximo comenzará a aparecer en el mercado lo que se fue encerrando en los feeedlot, es decir el ganado liviano que tiene como destino la atención de los grandes centros urbanos.
Además hay bastante hacienda en recría que también se ofrecería al mercado desde la finalización del invierno.
Esa mayor oferta tranquilizaría al mercado del consumo y además serviría de ancla inflacionaria luego de un arranque con índices altos en los primeros meses del año. En este primer tramo de 2019 los incrementos en el rubro alimentos fueron mayores incluso al promedio de los precios de la economía.
Los industriales de la carne creen que el freno en el precio y la mayor oferta esperada para el invierno ayudará a que el sector recupere parte del consumo promedio perdido en los últimos meses, que cayó por debajo de los 50 kilos anuales por habitante en marzo pasado.
Además, los fuertes aumentos en los precios de la carne vacuna impulsaron la demanda de pollos. Eso pese a que en abril la carne aviar tuvo un aumento de 4,2% y de forma interanual subió nada menos que 112%, más que la carne vacuna, según la misma medición del IPCVA. Por su parte el cerdo aumentó 3,3% en abril y 70% interanual.
Referentes del negocio de la carne vacuna creen que ahora su producto tiene precios más competitivos y eso ayudará a que el ciudadano vuelva a preferirla por sobre las carnes sustitutas.