Domingo de lluvias. La mega ley que envió el gobierno de Javier Milei todavía no fue discutida en el Congreso y es lógico que todos los sectores que se sienten afectados salgan a exponer su situación. Como las economías regionales a las que les podrían subir las retenciones, también lo hizo este domingo la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), ya que la industria que muele soja se vería afectada con la eliminación del diferencial histórico de retenciones. Si prospera la ley, los embarques de harina y aceite de soja, que tributan ahora el 31%, pasarían a pagar el 33% al igual que el poroto.
Abrimos un hilo para explicar la importancia del agregado de valor en la comercialización de la soa y su reconocimiento arancelario a la hora de fijar derechos de exportación”, indicó la Ciara en la cuenta de la red social X, añadiendo una serie de cuadros que, según la histórica posición de este entidad empresaria, justifican que se apliquen retenciones más altas a la materia prima sin procesar (el grano de soja) que a sus derivados industriales.
Abrimos un HILO para explicar la importancia del agregado de valor en la comercialización de la #soja y su reconocimiento arancelario a la hora de fijar derechos de exportación. pic.twitter.com/J7r5MXQS78
— Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) (@CamaraAceites) January 5, 2024
Básicamente, el argumento de la industria aceitera es que se ha elevado considerablemente la capacidad instalada ociosa disponible para procesar soja, debido primero a la elevada presión fiscal sobre el sector, que produjo un retroceso de las cosechas. “Debido al estancamiento de la producción, la oferta local siguió ubicándose por debajo de la capacidad instalada. Alto nivel de ociosidad (50/55%). Es así como este complejo se consolidó como el mayor generador de ingresos de divisas y el mas importante en cuanto al aporte fiscal”, se indicó en el hilo informativo.
El argumento no llega a profundizar por qué motivo debería existir una alícuota especial para los subproductos, pero se sobreentiende que el mensaje de Ciara-CEC, principal aportante de divisas del país, es que se necesita ese estímulo (que algunos calculan en más de 400 millones de dólares anuales) para reducir la capacidad ociosa de la industria en los próximos años.
¿Para qué? Deben haber pensado los creadores de esta pequeña pieza de posicionamiento en las redes. La catarata de réplicas no tardó en llegar, en especial luego de que el diputado liberal José Luis Espert, que además es productor de soja en Pergamino, tildó de mal modo a los industriales de mentirosos, al reclamar un dinero que en realidad le descuentan a los productores (que siguen tributando 33%) y se quedan las exportadoras que finalmente depositan en la Aduana 31% por las ventas de los subproductos sojeros.
No mientan. Diferencial de DEX a favor de ustedes y en contra de los productores NO es generar valor. Eso es solo renta espúrea. Curro. Generar valor es agregar valor por uno mismo por hacer algo mejor, mas eficiente, mas barato… https://t.co/AroOPCr2mi
— José Luis Espert (@jlespert) January 7, 2024
“No mientan. Diferencial de DEX a favor de ustedes y en contra de los productores no es generar valor. Eso es solo renta espurea. Curro. Generar valor es agregar valor por uno mismo por hacer algo mejor, mas eficiente, mas barato…”, dijo el diputado nacional que en algún momento fue socio político del actual presidente Javier Milei.
Hubo, luego de ese reproche, otras respuestas igualmente críticas.
Por caso, el ex diputado del PRO (y también productor agropecuario) Pablo Torello indicó que de ser cierto que la industria aceitera genera valor, las empresas del ramo “deberían pedir un reembolso/subsidio demostrando de cuánto es el monto reclamado. Pero sin dudas que no debe existir un diferencial. Y que salga de rentas generales”.
“Quieren seguir con sus tácticas espurias y siguen engañando a la gente y a los productores. No les alcanzó con colocar a sus alfiles y peones en la Secretaría de Agricultura. Tienen una voracidad sin limites. Cómplices y financistas, hasta ayer, de Massa y Crisntina Kirchner, ¿de que se disfrazaron ahora?”, preguntó en tanto el ex secretario de Agricultura de Roberto Lavagna, en el primer kirchnerismo, Miguel Campos.
Muchos otros comentarios, la mayoría de productores, apalancaron esta idea que descontarle 33% al productor cuando le compran el poroto y luego tributar un diferencial de 31% en la exportación de aceite y harina, no es un premio al agregado de valor sino una manera indebida de hacerse de recursos.
“Dejen de estafar a los productores por favor. Las retenciones diferenciadas es una brutal transferencia de recursos”, pidió Diego Segura. “Transferencia de riqueza de una parte de la cadena a la otra no es agregar valor”, agregó Rodrigo Arnau. “Las retenciones diferenciadas son la manera que tienen de comprar granos más baratos Compran barato por la retención al grano, y venden a precios internacionales. Están denunciados en organismos internacionales. Hay que quitar toda retención para que ustedes no roben a los productores”, indicó Javier Martínez.
Frente a esta ofensiva de muchos productores que se sientes despojados de parte de su dinero, un alto directivo de Ciara-CEC, Guillermo García, replicó compartiendo una nota de la Bolsa de Comercio de Rosario, donde se explica que con “la unificación arancelaria en el complejo soja termina reduciendo el precio percibido por el productor en el mercado doméstico”.
Ese material contiene un cuadro adjunta, que García también compartió:
El argumento central de esa nota es que “el poder de compra de la Industria exportadora es mayor que el de la exportación de la materia prima, lo que, en última instancia, le permite a la primera mantener condiciones más atractivas para el productor dentro del mercado interno. No sólo el primero es mayor, sino que, durante los últimos años, que estuvieron marcados por una gran volatilidad sobre las cotizaciones internacionales del poroto y sus derivados, la capacidad de pago de la exportación de la oleaginosa sin procesar se ubicó sistemáticamente muy por debajo del precio negociado a nivel local”.
“En este sentido, sin un esquema diferencial de retenciones, los dólares que podría hacerse el productor por tonelada de soja vendida se verían mermados ante la reducción del poder de compra del principal demandante de la oleaginosa en Argentina”, analizan los especialistas de la BCR, alertando que la unificación de retenciones en el 33% en realidad terminaría siendo un pelotazo en contra del arco del propio productor.
Tranquilos, ya se terminan los controles y van a poder hacer lo que hicieron siempre, llevar su soja de contrabando a paraguay e ingresarla nuevamente como soja comprada a ese pais con el verso ese de que la soja paraguaya tiene mas proteina y el banco central les va a enviar sus dolares al pais guarani.
Paraguay que no es mas grande que dos provincias argentinas va a volver a “prodicir” mas soja que este pais.
Espert no es libertario, es liberal clásico.