Fernando Vilella, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de Javier Milei, cuando diseñaba el organigrama de la que sueña será reconvertida a Secretaría de Bioeconomía, propuso desprenderse del área de política pesquera, porque no encontraba a nadie para colocar allí y también seguramente porque sospechaba que sería altamente conflictiva. Desde Economía le contestaron que se dejara de embromar y finalmente se nombró como subsecretario de Pesca a un agrónomo fueguino llamado Juan Antonio López Cazorla.
Resuelto lo primero (nombrar a alguien a cargo), no pasó mucho tiempo en que se confirmara lo segundo: que Pesca es un área de alto voltaje político.
La mejor prueba es que en las últimas horas, según anticipó Revista Puerto y otros medios especializados en el sector pesquero, presentó su renuncia indeclinable al cargo el Director de Control y Fiscalización Pesquera, Julián Suárez, quien por su experiencia había sido requerido por la actual gestión luego de ocupar el cargo durante cuatro años en el gobierno anterior.
“La decisión la tomó tras el escándalo del buque Tai An, por el que recibió amenazas de la Cancillería que impidieron tomar la decisión de hacer volver el barco a puerto. Pero no fue el único hecho que lo empujó a renunciar: le pidieron, el viernes pasado (tal como viene anticipando Bichos de Campo), que confeccionara una lista con cincuenta nombres para ser despedidos y que preparara una desregulación, eliminando las resoluciones y disposiciones establecidas por la Secretaría de Agricultura y la Subsecretaría de Pesca desde 2019 a 2023″, explicó la Revista Puerto.
El Director de Control y Fiscalización Pesquera había tomado conocimiento de la situación del barco Tai An tras la denuncia de las empresas Argenova, Estremar y Pesantar. Tras verificar que para ese momento llevaba capturadas 142 toneladas de merluza negra, preparó la nota para ordenar el inmediato regreso a puerto del buque, pero no pudo llevarlo a cabo.
Según describe la crónica del medio especializado, “por primera vez en su carrera dentro de la estructura pesquera recibió llamadas intimidatorias por parte de un funcionario de la Cancillería: Pablo Ferra, sobrino político de la canciller Diana Mondino, lo intimó a dar de baja la orden y tras poner en conocimiento al subsecretario López Cazorla de la situación, este decidió acatar la orden de Cancillería y emitir una nota que solo requería al buque Tai An que abandonara la zona de pesca de merluza negra”.
Como es habitual en todos los conflictos que suceden bajo su órbita, otra vez el secretario de Agricultura, Vilella, permaneció completamente al margen y no salió en defensa del personal de carrera.
Cuenta Revista Puerto que “la forma en la que se actuó con el buque Tai An fue inadmisible para el Director, pero no fue lo único que lo determinó a renunciar. El viernes pasado llegó el pedido por parte de las máximas autoridades de confeccionar una lista con cincuenta nombres para ser dados de baja”.
“No seré yo el que ponga los nombres en la lista y deje familias en la calle”, le dijo Julián Suárez a López Cazorla, según trascendió.
Estos dos motivos ya eran suficientes para decidir su partida, pero no fueron los únicos, hubo más. Sobre el final de la semana pasada se presentaron dos personas con una pila de resoluciones y disposiciones dictadas por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y por la Subsecretaría de Pesca entre 2019 y 2023 con el único fin de darlas de baja, para realizar una desregulación de la actividad.
Julián Suárez ha dejado claro que no está dispuesto a actuar contra la Ley de Pesca porque un familiar de alguien de Cancillería se lo ordene; tampoco a despedir trabajadores ni vaciar la actividad pesquera de medidas de ordenamiento.
“Con su renuncia se pierde a uno de los pocos funcionarios con conocimiento del sector, con capacidad de trabajo y pericia en materia de controles. Difícilmente La Libertad Avanza tenga un reemplazante para ocupar rápidamente el cargo de manera eficiente”, juzgó la directora de la revista Puerto, Karina Fernández, profunda conocedora de este paño.
En dos días arribará al puerto de Ushuaia el buque Tai An. Su propietario y presidente de Prodesur, Liu Zhijiang, ya ha declarado que descargará 163 toneladas de merluza negra, de las cuales, según la normativa vigente, 158 toneladas se capturaron en forma ilegal.
Le cabe por este hecho una multa como mínimo de entre mil y tres mil UP; más suspensión preventiva que puede durar un máximo de sesenta días o lo que dure el sumario; decomiso de la carga y hasta la pérdida del permiso.
“Habrá que ver qué es capaz de hacer López Cazorla. La única autoridad pesquera nacional en funciones y con relaciones estrechas con los actores de la pesca fueguina”, cierra la revista.
Todo es igual en este desgobierno. Todos negociados y entrega de soberania.