En el marco de la cumbre del G20, pero como resultado de negociaciones que llevaban varios años, la Argentina firmó con China el protocolo que permite el ingreso de cerezas a este mercado. Esta noticia desató celebraciones entre los productores de ese fruta fina, que se concentran en la región patagónica.
Desde Río Negro, donde se producen 420 hectáreas anuales de cerezas y se realizan los envíos más importantes de esa fruta,
el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca Alberto Diomedi, opinó: “Es una excelente noticia. China es un mercado con un alto potencial. Sólo el año pasado importó cerezas por un total de 771 millones de dolares, lo que representa un 31% del volumen total de importaciones a nivel mundial”.
El funcionario provincial destacó la tarea llevada adelante desde el 2012 por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) para que la Patagonia pueda ser considerada una región libre de enfermedades como la Ceratitis capitata, Anastrepha y bactrocera. Esto fue lo que posibilitó la firma del protocolo con el gigante asiático.
En Río Negro, la actividad se concentra principalmente en las localidades de Chimpay, Río Colorado, General Roca y Allen. El sector está formado por 150 productores. Este año, más allá de algunos días de atraso en la maduración de la fruta por un clima atípico, frío y con más lluvias de los habitual, se proyecta que se obtendrá un 10 por ciento de más de cosecha que la temporada pasada, en la que se alcanzó las 2000 toneladas.
Mientras tanto, más al sur, los productores de la región santacruceña de Los Antiguos calificaron como “muy bueno” el acuerdo para la exportación de cereza a China y calcularon que gracias a ello en los próximos cinco años al menos se triplicará la producción nacional.
“Para el sector es muy bueno porque el mercado chino es ilimitado, los volúmenes que compra China son para nosotros impensados, lo que a cinco o seis años puede implicar triplicar el volumen de la producción actual, como ocurrió en Chile”, dijo a la agencia Télam Federico Guerendiaín, presidente de la Cooperativa Agro Frutícola El Oasis Limitada.
Ubicada a casi 1.000 kilómetros de Río Gallegos, en el noroeste de Santa Cruz, Los Antiguos concentra apenas un 10% de las 2.200 hectáreas de cereza que se producen en la Argentina, y que tiene en el valle de Río Negro, Neuquén, Mendoza y Chubut a los principales productores.
Guerendiaín calculó que esta temporada la producción de cereza alcanzará 1 millón de kilos en Los Antiguos, “más que el año pasado”. La recolección de la fruta comienza en Navidad y se extiende hasta el 10 de febrero.
Los principales mercados actuales para esa producción son Estados Unidos, Europa, Medio Oriente y desde el año pasado también Rusia. “Con un precio FOB de 4 a 5 dólares promedio puesto en Buenos Aires por kilo”, el productor calculó que la exportación de cereza generará un ingreso de aproximadamente 2,5 millones de dólares en Los Antiguos. Allí, el Oasis Limitada, tiene 16 productores.
Guerendiaín aclaró que la apeertura de China, de todos modos, “no es total, porque solo autorizaron los envíos marítimos, no por avión, ya que China no reconoció a la Patagonia Argentina libre de mosca de la fruta”. Según el acuerdo sanitario, “la cereza para ingresar a China tienen que cumplir con 15 días en cámara de frío, lo que se cumple sin problema en el viaje por barco”, explicó el productor.
Guerendiaín además advirtió que “hay que negociar el arancel, ya que nos cobran un 10% de impuestos que Chile tampoco tiene. De todas formas es un buen inicio, nosotros estamos conformes y ahora hay que ponerse a producir para abastecer a los chinos”, destacó.