La campaña de limones este año tendrá un buen resultado productivo. Se espera una cosecha entre 1,8 y 2 millones de toneladas, de las que el 75% tendrá como destino el procesamiento industrial y el resto se venderá como producto fresco, tanto en el mercado interno y la exportación.
Los problemas de esta actividad no están en la cosecha sino en la comercialización. Hay serias complicaciones para conseguir los fletes, que además multiplicaron su valor. Esto complica el acceso de la fruta argentina a mercados internacionales.
La incertidumbre impide la definición del precio de este cítrico, cuya producción tiene epicentro en el NOA, especialmente en Tucumán. “La mayoría de los productores estamos en plena cosecha y entregando la mercadería en una actividad de confianza a nuestros compradores, porque no hay un precio consolidado”, explicó José Carbonell, directivo de Federcitrus.
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El dirigente dijo que “un flete que el año pasado estaba en los 2.000 dólares, más que triplicó su valor y ahora cuesta 7.000 dólares. Pero además es complicado conseguirlo. Eso afecta no sólo a la nuestra sino a todas las actividades exportadoras. Por caso a China hoy no podemos exportar nada, ya que son despachos que requieren de frío” y eso suma costos y resta competitividad.
Carbonell agregó que además tienen otros problemas. “Habrá dificultad para la renovación del monte de cítricos porque los fertilizantes y los insumos para el control de las malezas más que duplicaron su valor. Tenemos a su vez mayores gastos administrativos, una presión impositiva alta y dificultades con el cobro de los reintegros de impuestos cuando se exporta”, enumeró.
El productor consideró que la combinación de estos factores condicionará la producción de cítricos en el NOA y otras actividades como la caña de azúcar, de la siguiente campaña consecuencia de que se utilizaría menos tecnología.
A pesar de las dificultades que forman parte del “costo argentino” y a los problemas logísticos internacionales, Carbonell no pierde las esperanzas de que la situación mejore.
“En los personal tengo confianza en que el mercado ruso se dinamice en julio, pero es probable que exportemos menos que el año pasado. La Unión Europea es nuestro principal destino y si bien paga precios más bajos esperamos que pueda normalizarse en el corto plazo. En España la producción cayó en 300 mil toneladas y por eso creo que las ventas pueden ir mejorando”, explicó.