Como hizo el sábado el ministro de Agricultura Julián Domínguez, este lunes le tocó a su par de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, salir a defender públicamente la decisión del gobierno de comenzar a otorgar compensaciones a los molinos, para que éstos retrotraigan el precio de la harina que le envían a la panadería a los niveles que tenían antes del conflicto armado entre Rusia y Ucrania. De esta manera, se esperanzó Kulfas, los argentinos deberían poder comprar el pan a los valores de febrero.
En conferencia de prensa, el ministro productivo no agregó detalles sobre el funcionamiento del “fideicomiso público” que ellos defienden pero que en realidad administrará a su antojo el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti. Todavía no se conoce la reglamentación de ese Fondo Estabilizador creado por decreto. Lo único que se sabe a ciencia cierta es que se financiará con el dinero del aumento de las retenciones a los derivados de la soja, que pasaron de 31 a 33% y aportarán unos 420 millones de dólares adicionales a los 6.500 millones que ya aportaba el sector sojero.
Kulfas repitió los argumentos de los últimos días. “Estamos viviendo un escenario internacional lleno de turbulencias, un escenario donde si no hacemos nada significa convalidar que las subas de precios del trigo se trasladen a la Argentina”. Más adelante repitió: “Si no hay ninguna medida de compensación ese trigo más caro significa pan más caro, harina más cara y fideos más caros”.
La incidencia de la harina de trigo en el $ del pan es del 13% y la participación del precio del pan en el índice de precios del INDEC es de sólo el 0,2%. Es ridículo aceptar que los U$S 400 millones adicionales que le sacan al campo para un fideicomiso frene la inflación
— Marcelo Rossi (@marcelorossi52) March 21, 2022
En este escenario, Kulfas dijo que la intención del nuevo fondo compensador es hacer retroceder los precios internos del trigo (al menos del utilizado para la elaboración del pan común y otros panificados), unas 3,5 millones de toneladas, a los niveles promedio de febrero pasado. Hasta ese mes el trigo se vendía en la Argentina a unos 23 o 24 mil pesos, apunto. Para luego remarcar que hoy el cereal está arriba de las 35 mil pesos por tonelada.
De allí se infiere que el fideicomiso de Feletti subsidiará de 11 mil a 12 mil pesos por tonelada de trigo. De esta manera, las panaderías podrían seguir comprando el trigo a los valores de febrero, y los molinos podrían absorber la diferencia de los 35 mil pesos que pagan actualmente por el cereal. El subsidio, de todos modos, será variable: si el trigo baja, se reducirá, pero si sigue subiendo se verá incrementado.
Esta mañana, fuentes del sector nucleado en la FAIM (Federación Argentina de la industria Molinera) le hicieron saber a La Nación que ellos preferían no ser “cabeza” de la compensación con el Fondo Estabilizador y revelaron que presentaron el jueves pasado dos alternativas a la Secretaría de Comercio: que el dinero llegue directamente al consumidor mediante la Tarjeta Alimentar o bien que se distribuya al panadero que compra la harina 000.
Pero Kulfas no hizo ni siquiera mención a dichas posibilidades, con lo cual parecen descartadas casi de plano. Los molinos harineros son unos 160 en todo el país, pero hay unos pocos que lideran el mercado y hasta uno de ellos, Molinos Cañuelas, que muele 1 de cada cuatro kilos de trigo en el país. Es decir, concentra el 25% de todas las ventas.
Quizás como anzuelo para que los molinos no pongan reparos y colaboren con este operativo, el ministro anunció otro beneficio para dicho sector: que el Estado implementará una línea de crédito subsidiada por 8.000 millones de pesos para que las empresas industriales salgan a comprar el cereal que todavía está retenido en poder de los productores.