Juan Carlos Varas es un pequeño productor hortícola. Trabaja 8 hectáreas bajo riego en Pedro Luro, partido de Villarino, a dónde llegó desde Salta en los años 80. Al igual que muchos otros regantes de la región ya siente la crisis hídrica que sufre el valle bonaerense del Río Colorado, en el extremo sur de la provincia. Al punto que tuvo que abandonar 1,5 hectáreas de cebolla a mitad de recorrido, porque le faltaba el agua.
“Falta agua y la situación se volvió crítica este año sobre todo. Por eso debimos hacer una reserva de agua, gracias a organismos como el Inta (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y el Corfo (Corporación de Fomento del Valle Bonaerense del Rio Colorado) que nos dieron una mano”, mostró Varas a Bichos de Campo. La reserva de agua, a la que debe llenar con una pequeña bomba durante sus turnos de riego, le sirve para escalonar el riego en un invernadero que ahora estaba repleto de tomates creciendo.
Pero el fluido vital no le alcanzó para regar una superficie de una hectárea y media que había dedicado a la cebolla el año pasado. La tuvo que abandonar. “Ahí, la tengo, llena de yuyos”, se lamentó el productor de 63 años.
Este año, Corfo Río Colorado, que administra una región bajo riego de 140 mil hectáreas (de las cuales ya se habría dejado de regar cerca de la mitad), redujo 30% el suministro de agua para los regantes, y acortará dos meses (a marzo en vez de mayo) el cierre de la temporada de riego. Por eso muchos productores están corriendo la misma suerte que Varas.
Mirá el reportaje completo realizado a Juan Carlos Varas:
Este pequeño horticultor adjudicó el problema de falta de agua al cambio climático, que redujo considerablemente el cauce en el Río Colorado, por una falta de nevadas adecuadas en la Cordillera en los últimos diez años. Pero cree que hay una solución, que mucho se repite en la región desde hace años: utilizar el agua del Río Negro, que es más caudaloso, para trasvasarla al Río Colorado. Los estudios están hechos y la canalización necesaria no implicaría más de 30 kilómetros.
“Para mi es político el problema. Desde 1968 que venimos con esta discusión, y además, casi el 70% u 80% de esa agua del Río Negro va al mar y no se utiliza. La situación ahí es más política que otra cosa, por la cual aducen que no se puede hacer el trasvase. Pero solucionando esto, podríamos regar hasta 200 mil hectáreas y el agua podría llegar incluso hasta Bahía Blanca. Hoy sólo podemos regar 140 mil en la zona”, ejemplificó.
Varas, que integra la comisión directiva de la Asociación de Productores Hortícolas del Sur Bonaerense (Aprhosub), explicó que “no podemos llenar ese reservorio de agua que tenemos acá (en referencia a un enorme piletón con piso de polietileno construido en su finca), porque las horas de concesión que tenemos para regar no nos alcanzan”.
“Nos dan 24 horas pero es un chorro muy chiquito, por eso debemos dejar de llenar los invernaderos para poder llenar ese depósito. Es una situación que no nos da posibilidad de proyectar para la temporada que viene”, alertó. Por cierto, todos los pronósticos alertan que la situación será peor en la temporada 2020/21, si este invierno no nieva copiosamente.
Varas, que produce en la región desde 1981, explicó que lo poco que riega ahora lo hace gracias al reservorio de agua del que dispone, el cual le permite regar mediante un sistema de goteo.
Asegura que esta crisis hídrica es la peor que le toca afrontar desde que tiene memoria. “Esta es la peor crisis que recuerdo. Sin ir muy lejos, había temporadas en que a los productores de más abajo, del oeste, siempre que les sobraba agua la mandaban para este lado, pero este año el agua no le sobra a nadie”.