Hay futuro en el gremialismo agropecuario y Juan Bautista Casale, el presidente del Ateneo de Confederaciones Rurales (CRA), puede dar un testimonio al respecto.
Juan Bautista comenzó a dar sus primeros pasos en el ruralismo agropecuario en el ámbito de la Sociedad Rural de Justo Daract (San Luis). Es en esa zona cercana al límite con Córdoba donde sus padres, tíos y abuelos se dedican a la producción.
El joven se fue de su pueblo cuando terminó el secundario para estudiar ingeniería agronómica en Villa Mercedes y ahora le queda el último tramo para recibirse: le falta cursar cuatro materias y hacer la tesis. Cuando se mudó empezó a participar del Ateneo de Río V, luego en el de Cartez y de ahí paso al de CRA, el cual preside desde hace un año.
En su casa desde niño escuchó hablar de los problemas del sector, de cómo la economía y las políticas golpean a los productores y también del impacto de los cambios climáticos. “Tenemos heladas tempranas y tardías muy fuertes, el clima es seco, hay granizadas frecuentes”, comenta sobre su zona.
Casale recuerda que su inicio en el gremialismo fue cuando el gobierno de Cristina Fernández, con Martín Lousteau como ministro de Economía, impuso las denominadas retenciones móviles en marzo de 2008. “Mi papá me dijo que fuera la Sociedad Rural, que se estaba armando un Ateneo, aunque no sabía de qué se trataba y tampoco entendía bien que estaba pasando”, recuerdo. Por entonces tenía apenas 13 años de edad.
También recuerda, pero ya con mucha más claridad por tratarse de un suceso más reciente, cómo durante la pandemia de 2020 las prohibiciones que impuso el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá generaron un daño importante al agro de esa provincia, sobre todo por interrumpir el tránsito de productores con Córdoba.
“Justo Daract está muy cerca del límite con Córdoba, hay productores que viven de un lado y tienen el campo en el otro y conozco a muchos que perdieron todo porque no se les permitió entrar a sus campos”, señala.
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Muchas veces se escucha decir que no hay jóvenes interesados en la política gremial del campo, pero él es ejemplo de lo contrario y en tal sentido destaca que en los Ateneos conoció “a muchos otros que tienen la misma pasión que yo por el sector agropecuario; el gremialismo no es cosa de gente mayor, para nada”.
¿Qué se hace y para qué sirve un Ateneo? “Las actividades pueden ser variadas según de qué se trate, hacemos encuentros con los jóvenes de la entidad, pero también actividades para comunicarnos con jóvenes de otros sectores; también participamos de actividades y reuniones gremiales de los adultos de las entidades. El fin es generar la capacitación y formación para ser los dirigentes del mañana: es una especie de semillero de las sociedades rurales”, explicó.
A Juan Bautista le preguntamos también cómo ve a la dirigencia rural nacional. “Tienen un desafío muy grande porque el gobierno pone palos en la rueda continuamente y luego se encuentran con productores que tienen diferentes posturas (respecto de las medidas que se deberían tomar)”.
“La realidad es que hay que estar en ese lugar y analizar diferentes cuestiones antes de tomar una postura y no tomar decisiones apresuradas que luego se pueden pagar caro. Además, creo que la dirigencia actual no tuvo a los ateneos donde se arranca desde chico con cuestiones sobre la institución y sobre la realidad: creo que es muy importante esta formación para llegar a los lugares de decisión”.
Casale dice que, a diferencia de quienes conducen las entidades hoy, “nosotros vamos a contar con muchos años de experiencia de muy jóvenes gracias a los ateneos y eso es muy valioso”.
Finalmente, se refirió al siempre presente problema de la comunicación del sector agropecuario: “No tenemos una respuesta absoluta a ese tema. Coincido en que el productor no expresa por todo lo que tiene que pasar, de afuera se ve que siempre gana, que se la lleva de arriba y que se la pasa quejándose, pero no nos preocupamos por mostrar por todo lo que se debe pasar, por el impacto del clima, la presión impositiva y demás”.
“Es necesario comenzar a invertir en comunicación y que el resto de la sociedad conozca lo que nos pasa, abrirnos a la sociedad y desde las escuelas enseñas cómo es el sector, cómo se produce, es algo en lo que hace falta trabajar”, consideró el joven dirigente.