José Contreras produce hortalizas en un pequeño campo cercano a la capital de Catamarca, San Fernando, y está haciendo una profunda reconversión en los sistemas de riego, cambiando del riego tradicional por surco o inundación a sistemas de mulching y riego por goteo. Lo ayuda un programa oficial del gobierno catamarqueño, que a su vez recibe financiamiento nacional. Pero lo ayuda sobre todo su propia convicción sobre la necesidad de cambiar y mejorar la utilización de un recurso cada vez más escaso.
Para la zona y la actividad, José es considerado un productor “grande”, porque maneja 3,5 hectáreas mientras muchos de sus vecinos producen en menos de 1 hectárea. “Cada vez escasea más el agua y van disminuyendo las hectáreas, pero bueno, en el tema de tecnificación de riego sí soy un gran productor de la zona”, saca pecho. No se discute: Es el ejemplo vivo de lo necesario que resulta en las provincias cordilleranas hacer una reconversión urgente de los sistemas de riego en todos los predios.
Contreras produce hortalizas que suele comercializar en el mercado de Abasto de Catamarca. Hace acelga, zapallito verde, pimiento, sandía. Pero fue con el melón que comenzó la transformación a fines de 2022. Hemos empezado a trabajar con el mulching y el riego por goteo. Es una novedad a nivel departamental. Y ahí vamos, tratando de cada vez ir mejorando en el tema riego”.
-¿Cómo se regaba usualmente aquí en esta zona?
-El riego al manto, riego tradicional, digamos que lo llamamos por surco o inundación. Así riega todavía la mayoría.
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El melón se cosecha tradicionalmente entre octubre y diciembre de cada año en esta zona de valles regados cercana a la capital catamarqueña. El predio de José, este año, dio melones mucho más allá, incorporando estas nuevas tecnologías. “Antes sacaba hasta diciembre el melón y ahora saco enero, febrero y todavía había algunos melones en marzo. O sea, si sacábamos tres melones por planta, los he llevado a seis melones por planta. Así que resulta importantísimo tener el riego por goteo”, dice sobre los impactos.
Y agrega: “Yo cosechaba el 50% del melón porque llegaban los calores de diciembre y y el agua me tocaba cada nueve días y era imposible llegar. Ahora yo gasto el 10% del agua. Llego todos los días”.
La incorporación de mulching (consiste en aplicar una capa de sustrato vegetal sobre el suelo) y el riego por goteo se está haciendo como experiencia piloto en 29 fincas catamarqueñas, pero la de Contreras ha sido una de las más avanzadas, por su propia decisión. El financiamiento alcanzaba para tecnificar una hectárea por productor, pero él avanzó hasta cubrir las 3,5 hectáreas con el nuevo sistema. “Ya con el mulching se nota una mejora de la productividad grande. Es terrible como la planta crece en muchos menos días”, explica.
-¿Y el riego por goteo qué beneficios trae?
-Antes gastaba 10 centímetros diarios en los riegos por surco y bueno ahora estoy gastando 1 centímetro diario por goteo. (todo esto medido como bajante en el estanque que tiene su finca)
“No somos subsidiados, pero si uno produce bien y le pone eficacia al trabajo, o sea, le ponemos tiempo y hacemos las cosas como tienen que ser, la boleta de luz es insignificante para lo que uno produce”, sentencia Contreras, que así ha logrado comenzar a resolver uno de los principales problemas de los productores de esta zona: el costo elevado de la electricidad que se necesita para bombear todo el agua para un sistema de riego tradicional.
-¿Cuál es la clave para que vos lo hagas y los demás estén atrasados?
-El gobierno de la provincia de Catamarca, a través del Ministerio de Inclusión Digital y Sistemas Productivos, recién empieza con esto. O sea, somos 29 productores que hemos sido beneficiario por un plan nacional. Y yo soy el primero que ya he instalado. Estoy demostrándole a los otros productores, porque no se logró terminar todavía el proyecto. Estamos en el 70%, pero bueno, ya están viendo los resultados de las siembras.
-¿Y eso contagiará al resto?
-Exactamente. Ahí los productores empiezan a ver los resultados y y lo más fundamental de todo esto es el ahorro del agua.
En la entrevista, a José lo acompañaba Ariel, un agrónomo que era su asesor técnico para la zona de Colonia del Valle Capayán, y que formaba parte del programa provincial Agronomía de Zona, una suerte de INTA local para difundir tecnologías y herramientas entre los pequeños productores. José valora esa ayuda oficial con buenos argumentos: Seguimos sacándonos las dudas que tenemos, porque en esto estamos aprendiendo. No es que sepamos a todo ya”.