Jorge Piorno, de la Asociación de Productores de Legumbres, tienen su campo y su corazón en Rosario de la Frontera, en el sur de Salta, cuna de la producción de poroto en la Argentina. Bichos de Campo se lo cruzó en la reciente edición de Expo-Apronor y le preguntó cómo está funcionando esa economía regional. El dirigente explicó que el desafío está puesto en incrementar los niveles de consumo interno de ese tipo de alimentos, para no depender tanto de los humores del mercado internacional.
Piorno proviene del sector de los poroteros que peor suele pasarla. En la zona de Rosario de la Frontera y Metán se concentra, en manos de pequeños y medianos productores, la oferta de porotos de color, los negros y los colorados. En el norte de Salta, en los departamentos San Martín u Orán, se ubica en cambio el mayor polo productor de poroto blanco, más ligado a grandes empresas que suelen tener contacto directo con las exportadoras.
“Seguimos siendo un país productor importante, en el sentido de que exportamos todo. Estamos entre 280 mil y 300 mil toneladas anuales, a veces más, a veces menos, en todos los colores de poroto. De todos modos, esas 300 mil toneladas serían solo 10% del consumo de Brasil. Nuestra diferencia con los otros países productores es que ellos además son grandes consumidores”, indicó el productor, citando los casos de México, Brasil o las naciones de Centroamérica.
En ese sentido, Piorno destacó que el consumo interno de todas las legumbres en la Argentina (sumando a los porotos, los garbanzos y las lentejas) está en 9 a 10 mil toneladas por año. “Eso alcanza para jugar al truco y para algún escabeche”, ironizó.
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El directivo de la Asociación de Legumbres apuntó que se necesita una política que incentive el mercado local. “Hay que hacer ver las cualidades de poroto como proteína vegetal para ver si podemos en el plato argentino introducir las legumbres”, señaló. Y agregó: “Si es que podemos aumentar pequeñeces en el consumo, para llegar a unos 10 kilos anuales por habitante, tendríamos una demanda de 400 mil toneladas de poroto. Hoy no tenemos esa capacidad de producción”.
Piorno, por otro lado, reclamó que las legumbres sean consideradas una economía regional y que reciban un “tratamiento diferencial” respecto de la producción de otros granos. “Desde el sur de Salta hasta el puerto tenemos 50/60 dólares por tonelada en flete, cuando el precio de Buenos Aires al mercado importador es de 20/25 dólares. . A veces esos costos son peores que las retenciones.”, explicó.