En las últimas semanas hubo quejas de sector de la producción y entre ellos los de la maquinaria agrícola respecto de restricciones oficiales a las importaciones, lo que obedece a los problemas de oferta de dólares que tiene la economía argentina.
Se trata de una vieja receta a la que se suma el -siempre a mano- recurso de cargarle la culpa al sector agroindustrial, y especialmente a los productores de granos de retener la cosecha para forzar devaluaciones y mejorar sus ingresos.
Pero los datos oficiales dan cuenta de que en realidad el aporte del sector este año, medido en términos absolutos, fue prácticamente el mismo que en 2019 aunque creció su participación porcentual.
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En los primeros nueve meses del año el sector, entre productos primarios y manufacturas de origen a agropecuario, aportó 30.000 millones de dólares, apenas 800 millones menos que el igual período del año pasado. Esto indica una baja de sólo un 2,5% en un año por demás particular, teniendo en cuenta los impactos de la pandemia en el comercio mundial al menos en la primera parte del año.
En términos porcentuales ese volumen de dinero significó el 71,5% de los dólares que entraron al país contra el 65% que representó en los primeros nueve meses de 2019.
Por otra parte, los cereales aportaron 7.717 millones de dólares, las oleaginosas (soja) 3.057, las ventas de aceites (de soja sobre todo) 3.632 millones y las harinas (también de soja), que el Indec llamativamente llama con cierto desprecio “desperdicios y residuos de la industria alimenticia”, generaron 6.490 millones de dólares.
La suma de esos tres rubros fue de 21.000 millones de dólares lo que significó el 50% del total de dólares comerciales.
En los primeros nueve meses del año pasado esos rubros habían aportado 20.850 millones de dólares. En definitiva, no hubo una caída en el ingreso de la preciada divisa de parte del sector agroindustrial pero sí de otros rubros de la economía que explican también el achique de la balanza comercial.
Los dólares de las manufacturas de origen industrial se redujeron 31,5%. Pasaron de 13.980 a 9.576 millones de dólares. En ese rubro el que más aporta es “material de transporte terrestre”, es decir el sector automotriz, que cayó 45% y dejó de ingresar 2.200 millones de dólares.
Además, las exportaciones energéticas cayeron 25%, dejaron de ingresar otros 800 millones de dólares.