Una de cal y otra de arena. Las exportaciones de carne vacuna de Argentina crecieron un 8% este año, según datos difundidos por la Secretaria de Agricultura, pese a las restricciones oficiales a los despachos de determinados cortes.
Se trata del único país del cono sur que tuvo incrementos. Las ventas al extranjero de Brasil cayeron un 5%, las de Uruguay un 7% y las de Paraguay un 12%.
La contracara de esa supuesta ventaja que les sacamos a nuestros vecinos y competidores es el precio. Por la carne Argentina se paga el valor más bajo del Mercosur. También Estados Unidos y Australia logran otros mucho más altos.
En los últimos doce meses, por cada tonelada exportada ingresaron 4.843 dólares mientras que en Brasil ese valor promedio fue de 4.923 dólares, en Uruguay de 5.393 dólares y en Paraguay de 4.798 dólares.
En todos los mercados hubo caídas en los precios, pero en las exportaciones argentina la baja interanual fue de 27%. En Uruguay, en cambio, fue del 22% en Brasil del 18% y en Paraguay -que no tiene acceso al mercado chino- del 9%.
Por otra parte, Estados Unidos exportó en el último año a un promedio de 9.000 dólares y Australia de 7.100.
El menor ingreso de divisas a nuestro país tiene que ver con tres cuestiones. Por un lado, las trabas que se vienen instrumentando a la venta de 7 cortes considerados de consumo exclusivo del mercado interno y las restricciones en el acceso a ciertos mercados complican los negocios.
Además, hubo muchos altibajos en la demanda Europea “que sufre continuas micro recesiones”, según dijo recientemente un importante exportador.
Y finalmente, el tercer y muy importante condicionante es la dependencia cada vez mayor del mercado chino, que tiene la sartén por el mango y dispone cuánto pagar.
Las empresas argentinas son tomadoras de precios en un contexto de deterioro de la economía China y de alta oferta global.
A los bajos precios que se paga por la carne actualmente, hay que agregarle el impacto del desdoblamiento cambiario y de los derechos de exportación, lo que dejaría al valor del producto a menos de la mitad de lo que indican esas cifras. Eso implica menos ingreso de dinero a la cadena y, en definitiva, empobrecimiento de industrias y ganaderos consecuencia de las políticas macroeconómicas que no hacen más que profundizar la crisis.
Y a los argentinos nos están rompiendo el culinarias hijos de puta