El año pasado el Servicio Nacional de Manejo del Fuego ejecutó un presupuesto de 433 millones de pesos. Pero en 2021 se espera que esa partida supere los 3000 millones de pesos gracias a un nuevo aporte forzoso realizado por el sector privado argentino.
Eso porque la Ley de Presupuesto de la Administración Nacional del presente ejercicio 2021 creó una “contribución obligatoria” del tres por mil sobre las primas de todos los seguros con excepción de los dedicados al ramo de “vida”.
Con ese aporte forzoso del sector privado, junto con una partida inicial asignada de 418 millones de pesos, el Ministerio de Ambiente espera contar este año con un presupuesto superior a los 3000 millones de pesos, el cual se será gestionado por medio de un fideicomiso que fue creado formalmente hoy martes por medio de la resolución 93/2021.
El fideicomiso para la administración del Fondo Nacional del Manejo de Fuego tendrá al Ministerio de Ambiente como fiduciante, fideicomisario y también beneficiario. Y será administrado por un “Comité Ejecutivo” integrado por el ministro de Ambiente Juan Cabandié, el secretario de Control y Monitoreo Ambiental Sergio Federovisky y el subsecretario de Gestión Administrativa de ese ministerio Edgardo Kutner.
La constitución de un fideicomiso permite a funcionarios públicos dar pronta respuesta a problemas específicos urgentes, aunque, como su uso es discrecional, debe contar siempre con una auditoría independiente para verificar que no se cometan irregularidades.
La resolución 93/2021 indica que los recursos del fideicomiso deberán destinarse a la adquisición de bienes y servicios necesarios para la extinción de los siniestros; la contratación, capacitación y entrenamiento del personal temporario que actúe en la extinción de los incendios forestales y rurales; la realización de las obras de infraestructura necesarias para una mejor prevención; la promoción de actividades que concurran a asegurar la mejor
difusión y conocimiento de las causas y consecuencias de los siniestros; la realización de cursos e investigaciones; y los gastos de personal, gastos generales e inversiones que demande el funcionamiento del Sistema Federal de Manejo del Fuego.
La mayor parte de los contribuyentes del aporte del tres por mil serán –por orden de importancia– los contratantes de seguros automotores, de riesgos del trabajo, incendios, familiares y agropecuarios.