Hugo Dome pasó una infancia con carencias económicas pero no afectivas. La familia fue el refugio en el que construyó una personalidad que le permitió salir adelante en la vida, tener espíritu de resiliencia y armar una empresa que hoy es su propia aventura.
Fue el menor de 12 hermanos que nacieron y se criaron en el medio del campo entrerriano, circunstancias que cambiaron luego de sucesos dolorosos e inesperados. Tras el fallecimiento de su padre, también llamado Hugo, su mamá debió migrar a la ciudad en busca de sostén para sus hijos.
A los 14 años empezó a trabajar en una carnicería. Tras dos décadas sacrificio y mucha experiencia, su espíritu emprendedor lo empujó a independizarse. No le fue bien y tuvo que volver a aceptar un empleo en el rubro. La oportunidad le vino otra vez a los 40 años, cuando pudo comenzar a armar una red de carnicerías.
Hugo llegó a tener 7 bocas de expendio de carne en la ciudad de Paraná. Compraba las medias reses y luego hacía el reparto y comercio de la carne.
Pero cuando se empezó a hablar de la posibilidad del troceo de carne vacuna y la venta incluso en cortes envasados al vacío, vio que corría riesgo su empresa y, en definitiva, el sostén de su familia.
“En un principio lo que hacíamos era comprar las medias reses y vendíamos la carne, pero cuando se empezó a hablar del cuarteo decidimos adquirir una sociedad y levantamos desde cero el ciclo 2 llamado Adeyan”, contó Hugo a Bichos de Campo.
Para eso debió vender 5 carnicerías y, con algo más de dinero, empezó a invertir en todo lo necesario para el funcionamiento del frigorífico. Eso implicó la adquisición de cámaras de frío, de congelado, y toda la maquinaria necesaria para trabajar la mercadería, a lo que sumó la compra de 3 camiones para el reparto.
En cuanto al trabajo que hacen en la planta ubicada en Paraná, Entre Ríos, contó: “Por lo general no congelamos el producto porque la carne tiene una merma de 3%, lo que es mucho en este rubro. Así que comercializamos los cuartos en fresco. La empresa está habilitada por Senasa para hacer tránsito federal”.
Actualmente Hugo se dedica sobre todo a la compra de hacienda, mientras que Santiago, su hijo mayor, está a cargo de la administración de la fábrica. Octavio, el más chico, se encarga del ciclo 2 que cuenta con un equipo de alrededor de 25 empleados, que se reparten entre las carnicerías y la fábrica.
Como si eso fuera poco, armaron un pequeño feedlot en el cual pueden engordar parte de lo que necesitan para el abastecimiento de materia prima.
“Yo soy el que viaja mucho a ver a productores con feedlots más bien chiquitos, porque los más grandes trabajan con los frigoríficos exportadores o de más volumen de faena. Así que me la paso arriba de la camioneta y delego mucho en mis hijos, a los que les tengo plena confianza y que hacen un trabajo muy sacrificado”, dijo.
“Para mí es un gran orgullo haber poder vivir de lo que me gusta, haber logrado todo esto habiendo salido de tan abajo. Y es más grande el orgullo al ver a mis hijos involucrados en la continuidad de la empresa de forma tan apasionada”, destacó a continuación.
Felicitaciones a los dome muy conocidos en la zona y los hermanos de Hugo del mismo oficio muy buena gente del interior y una reconocida
Trayectoria de carnicero y fabrica de chasinados .
Ejemplar! El “secreto” del verdadero y puro emprendedor!, trabajar, ser honesto y buena persona y apoyarse en la familia!!! Felicitaciones!!!
Que grande Hugo, los hijos Santi y Octavio
Emprendedores si los hay y muy buena gente !!!
Felicitaciones
Me encanta estás Noticias y Más aún conociendo a sus Protagonistas!!! Vamos Adelante Adeyan!!!!