Todos los 28 de mayo se celebra el día internacional de la hamburguesa, nadie sabe muy bien por qué razón. Hay una leyenda que dice que fue precisamente un 28 de mayo de 1900 cuando un inmigrante alemán residente en Estados Unidos sirvió la primera hamburguesa. Pero nadie puede dar certezas sobre ese episodio.
Quizás los argentinos, siempre listos, podamos darles un argumento más sólido para este festejo: el 28 de mayo de 2021, el gobierno decidió hacer picadillo con la negociación con los frigoríficos para reabrir las exportaciones de carne vacuna y, en este contexto, la Mesa de Enlace ratificó el cese de comercialización de hacienda vacuna -que concluía esta medianoche- hasta el miércoles 2 de junio inclusive. Es decir, la medida de fuerza ya duraría 14 días.
Si todo sigue así, la vaca conserva que se exportaba a China hasta la semana pasada se va a comenzar a volcar al mercado doméstico. Esa carne resulta incomible para la mayoría de los argentinos, salvo que hagamos… hamburguesas.
Manual básico para entender qué es una vaca conserva y por qué nosotros no la consumimos
Se necesita carne picada. El kirchnerismo ya puso en marcha su picadora de carne mediática y comenzó a demonizar públicamente a los productores agropecuarios que no envían ganado a los mercados y hambrean al pueblo. En los medios oficialistas comenzaron a escucharse palabras como “patronales agrarias” y “lockout”, que tienen un significado concreto desde el conflicto de 2008 por las retenciones móviles. Quieren decir: hay clima de guerra.
Hasta el jueves a última hora, los grandes frigoríficos exportadores nucleados en el Consorcio ABC, antes los cuales el presidente Alberto Fernández había anunciado el cierre de las exportaciones el lunes 17 de mayo, conservaban las esperanzas de que prosperara una negociación con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y su secretaria de Comercio Interior, Paula Español. Ese grupo llegó a ofrecer ampliar los volúmenes de carne barata que enviaban al consumo interno, y que había sido fijado en 8.000 toneladas en un acuerdo reciente con la propia Español, firmado a principios de mayo.
¿Cuál había sido la propuesta final que rechazó Alberto? Los frigoríficos habían prometido a Kulfas y Español que aportarían 12 mil toneladas de cortes más baratos, que es el doble de lo que ponían entre enero y marzo y 50% más de las 8.000 toneladas comprometidas en abril. Para tener una dimensión, esas 12 mil toneladas de cortes a valores de diciembre pasado significarían subsidiar el 6/7% del consumo total de carnes de un mes. Suponiendo que los precios bajaran 100 pesos por kilo, eran unos 1.200 millones de pesos al mes.
Pero fue el propio Presidente, en diálogo con un youtuber y declarado militante kircherista, el que volvió a dinamitar toda posibilidad de acuerdo. Lo informó anoche Bichos de Campo: “Vamos a levantar el cierre de exportaciones el día que tengamos resuelto este tema. Está visto que exportando el 30% de lo que se produce tenemos un problema enorme en los precios internos”, ratificó Alberto su decisión, desautorizando a los sectores más dialoguistas de su propia administración. El ministro de Agricultura, Luis Basterra, que ni siquiera se había enterado del cierre de los embarques, es otro que volvió a quedar pataleando en el aire luego de negociar otra propuesta con otras cámaras de la industria.
No hay margen para debatir técnicamente nada. Carne picada. El problema ya dejó de ser la carne vacuna y sus precios. Es una crisis política.
La Mesa de Enlace, reunida este viernes, no le quedó otra alternativa que extender el cese de comercialización de ganado bovino -en todas sus categorías- hasta las 24 horas del día miércoles 2 de junio. Los dirigentes de Coninagro, la Sociedad Rural Argentina, CRA y Federación Agraria mantenían la secreta ilusión de que prosperase la negociación de los frigoríficos y por eso no habían emitido un comunicado descalificando al Consorcio ABC como interlocutor, como alguien había propuesto.
Como señal de buena voluntad, hasta el titular de Coninagro, Carlos Iannizzoto, se apareció el jueves por el acto donde se firmó un acuerdo entre el gobierno y la industria láctea, a pesar de que desde hace más de diez años que la cooperativa SanCor, ahora agonizante, dejó de pertenecer a esa entidad y ya casi no quedan cooperativas lácteas. Era una señal de buena voluntad, que como todas las demás cayó en saco roto: no hay margen para negociar es le mensaje que emana del núcleo duro del kirchnerismo.
Al interior de la Mesa de Enlace, Coninagro había sido la gran resistencia a que el bloque agropecuaria sumara los granos al cese de comercialización de hacienda vacuna.
Lo prolongan hasta el miércoles… cuándo ya avisaron que lo suspenden para hacerle chapa y pintura. El comunicado alterna aburrida perorata monetarista filo cambiemita con interesantes delimitaciones entre productores e intermediarios. Una crisis política es una crisis de poder; el comunicado de la mesa permite advertir que emerge una disputa de poder intra cadena más allá de la clásica y folklorica disputa entre kirchnerismo y pampeanidad. Ojalá Fernandez sepa distinguir a tiempo entre estos eslabones; sería un progreso respecto a 2008.