Y un día el precio del capón superó al del novillo. Ayer en el Mercado Agroganadera de Cañuelas el valor promedio del novillo fue de 277,5 $/kg, mientras que el precio máximo del capón alcanzó los 278,0 $/kg en la última semana.
Sin dudas es una buena noticia para los productores de porcinos que no tuvieron el mejor primer semestre y que en esta segunda parte del año están logrando una rentabilidad positiva, la cual, según el consultor Juan Uccelli, “está garantizada hasta fin de año”.
El precio del capón viene en alza por dos cuestiones: Por una lado, la carne de cerdo se fue ganando un espacio en la mesa de los argentinos tras años de buena oferta, calidad uniforme y precios competitivos. Por otra parte, la restricción a las importaciones de carne porcina instrumentada por el gobierno nacional hizo mermar la oferta interna del producto.
Los funcionarios nacionales tomaron esa decisión luego de las quejas del sector productivo e industrial, ya que el ingreso de carne porcina de Brasil les genera una competencia desleal, pues se importa con dólares proporcionados por el Banco Central (BCRA) al tipo de cambio oficial, el cual es marcadamente inferior al tipo de cambio real (medido en función tanto del dólar MEP como CCL).
Que el capón tenga precios adecuados es positivo, pero preocupa en el sector que no se mantenga la relación de precios con el novillo, dado que buena parte de la competitividad de la carne de cerdo se sostiene en base al factor precio.
Por eso no sólo los ganaderos están esperando un ajuste del precio de la hacienda, sino también los productores de porcinos, que ven cómo la inflación de costos se les viene encima a toda velocidad. Se espera que ese ajuste comience a darse a partir de fines de octubre próximo.
Los feedlots comenzaron a vaciarse en los últimos dos meses y eso supone una baja en la oferta en los meses próximos, que debería ser importante, para así recuperar el terreno perdido en materia de precios de la hacienda vacuna.
El precio del ganado está “planchado” hace cuatro meses, lo que implica que en términos reales perdió valor, dado que nominalmente registra un incremento interanual del 65% contra una inflación minorista oficial que se ubica en el 78,5%. Si se agrega la inflación de septiembre, esa brecha será aún mayor.
Para colmo, en la actual coyuntura el negocio exportador de carne vacuna se viene pauperizando de manera progresiva (una “gentileza” de China) y no puede darle una “mano” al consumo interno para “subsidiar” cortes populares.
China compra volúmenes récord de carne vacuna pero los precios se derrumban