La Argentina ha sacado entrada para participar en varias de las fiestas que suceden en China y que implican un cambio estructural en los ritmos del mercado internacional de alimentos. Desde el vamos pudo bailar con el frenesí de la soja, más recientemente cortó ticket para disfrutar al festival de la carne y ahora hasta vende algunos cereales raros, como cebada o sorgo. Pero hay una verdadera fiesta casi exclusiva en la que apenas pudo asomar la nariz.
El Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) expone en un completo informe sobre esa fiesta que el país todavía mira de afuera, con la ñata contra el vidrio, como otros se divierten de lo lindo: en la última década el comercio internacional de lácteos hacia el gigante asiático ha crecido justamente a tasas chinas (10,6% anual) y aquella nación ya absorbe 1 de cada 4 litros de leche que circulan en el mundo.
“En el año 2021 las importaciones de productos lácteos de China, crecieron el 17,7% en volumen de productos, y equivalen a unos 19.633 millones de litros leche, un 23,2% más que en el año 2020”, dice el Observatorio. Pero Argentina la mira de afuera, porque sus envíos son ínfimos todavía y para colmo han decrecido el año pasado. En Leche en polvo (LPE) pudo colocar apenas 2.459 toneladas en 2021, un 21% menos que el año anterior.
¿Es un problema de distancias? ¿La fiesta nos queda demasiado lejos? No parece ser ese el motivo. “China es el principal importador de Leche en Polvo Entera y su principal proveedor es Nueva Zelanda, quien ostenta el 88% de participación de ese producto”. Pero en segundo lugar, con un crecimiento del 109% en 2021, figura Uruguay, que exportó más de 37.000 toneladas de LPE a China, el 4,5% del total importado.
Por el lado de la lejanía no parece haber excusas. De sus exportaciones totales de 2021, unas 200 mil toneladas de lácteos valuadas en 750 millones de dólares, Uruguay colocó casi 500 millones de dólares en LPE, a un valor promedio de 3.532 dólares por tonelada. A China fue un 32% de eso, lo mismo que Argelia. Otro 16% de la leche en polvo se colocó en Brasil.
Sobre la Argentina todavía no hay datos finales del año pasado. Pero entre enero y noviembre de 2021 había exportado unas 356 mil toneladas lácteos por más de 1.200 millones de dólares, y el 36% de los volúmenes habían sido de leche en polvo entera. Pero como vimos ya, la cantidad de LPE colocada en China fue insignificante.
¿Entonces qué sucede? ¿No vale la pena exportar a China porque los precios son bajos y la fiesta finalmente es aburrida?
Tampoco parece ser esta la razón. Según el informe del OCLA, “el monto total de importaciones en dólares creció en 2021 un 13,7%, y el importe promedio pasó de 3.712 dólares por tonelada a 3.587 toneladas”. Hubo una baja de los precios promedios de 3,4%, pero aún así los valores son muy atractivos para las empresas argentinas.
De hecho, apunta el Observatorio, “el Valor por Litro de Leche Equivalente de las importaciones de China es 0,77 dólares por litro”, mientras que ese mismo índice en las exportaciones totales de Argentina a todos los destinos llega a 0,50 dólares/litro.
Y no todo se limita a las exportaciones de leche en polvo. China también es ahora, y por lejos, el principal importador de manteca, butteroil, leche en polvo entera y descremada, como así también de suero de queso con destino a consumo animal. En lo único que flaquea el comercio, por ahora, es en el rubro quesos “debido a que por sus hábitos de consumo, aunque se están occidentalizando día a día, todavía no se da un gran consumo, pero viene en franco crecimiento”.
Hay una fiesta en China de la que por extrañas razones la Argentina no está participando todavía. ¿No quiere? ¿No puede?