Algo está cambiando en la ganadería uruguaya. La producción pastoril fue siempre el fuerte de la actividad pecuaria en el país vecino, pero en los últimos años fue haciendo pie la terminación a corral de la hacienda, en un proceso de intensificación ganadera que en Argentina comenzó mucho antes.
Sin embargo, hay una gran diferencia entre lo que sucede acá y del otro lado del Río de la Plata. Mientras en Argentina la mayor parte de lo que sale de los feedlots ronda los 380/400 kilos, en Uruguay los novillos que pasan por los corrales se terminan con más de 500 kilos. Eso tiene que ver con la inclusión de la recría de forma masiva en el sistema productivo y con la orientación del negocio a la exportación.
Alberto Gallinal es el presidente de Lote 21, una empresa que nuclea a justamente a 21 consignatarios de ganado que cada 15 días -y desde hace 20 años- hacen un remate televisado que le da forma al mercado ganadero uruguayo.
El titular de esa empresa explicó los cambios que se están dando en la actividad: “La ganadería viene cambiando. El que hacía la invernada tradicional a pasto con el engorde largo se está dedicando a recriar para los corrales, que se volvió una herramienta fundamental y que usan mucho los frigoríficos”.
La mayor parte de los feedlots allí, de hecho, son propiedad de frigoríficos o de terceros que trabajan en una integración con las fábricas. Según dijo, las estimaciones que se manejan es que el 60% del ganado que se vende para la faena pasa por los consignatarios, pero el otro 40% sale de los corrales y va a las plantas de faena en forma directa”.
Eso indica que gran parte de la hacienda que se vende a los frigoríficos ya no tiene la terminación a pasto sino a grano. Los ganaderos, una vez que destetan los terneros, los recrían a campo y encierran los animales en los feedlots con cerca de 400 kilos. De los corrales salen novillos pesando con más de 500 kilos, explicó el especialista.
Gallinal analizó que para la industria el engorde a corral es un instrumento que le aporta varios beneficios: “estandarizan grasa muscular, PH, kilos por animal, tamaño de los cortes, un montón de cosas”, enumeró.
El crecimiento del feedlot en Uruguay se ve fomentado además por los bajos precios que vienen teniendo los granos. Esto favorece su transformación en carne, que se está valorizando en el mercado mundial que son bien capitalizados por la ganadería uruguaya, muy enfocada en los mercados internacionales y no tanto en el consumo interno, como sucede en la Argentina.
Otro factor que impulsa el engorde a corral es el precio: “El productor tradicional que vende ganado a pasto cobra 4,70/4,80 dólares por kilo res, mientras que ese mismo animal producido en un corral se vende arriba de los 5 dólares”, lo que significa un diferencial de 5%.
El comercializador de hacienda además resaltó que en ese país el engorde a corral es bajo contrato, algo que aquí los feedloteros se cansaron de reclamar a los industriales y no lograron aun: “Hay que ser muy audaz para encerrar 8.000 bichos y no tener un contrato” dijo Gallinal.