Luego del mediodía de este miércoles se supo que Guillermo Hang dejará su cargo como secretario de Comercio Interior de la Nación, siguiendo los pasos de quien lo nombró allí, el ex ministro Martín Guzmán. Será reemplazado por Martín Pollera, quien era hasta ahora subsecretario de Políticas para el Desarrollo con Equidad Regional del Ministerio del Interior.
Por cierto, en medio de la crisis del gobierno no se sabe todavía de dónde depende ese área clave por las políticas de intervención y control de precios. Tras la salida de Roberto Feletti se había dicho que iba a pasar de Desarrollo Productivo a Economía, pero en los hechos el decreto respectivo jamás se firmó.
A un mes de asumir en reemplazo de Feletti, y tras la designación de Silvina Batakis como ministra de Economía, Hang dejará el cargo en el marco de la renovación del equipo económico.
En su corta gestión, Hang había ratificado algunas herramientas de intervención implementadas por Feletti, como los fideicomisos privados para subsidiar los precios de los paquetes de harina y las botellas de aceite, y sobre todo el cuestionado FETA (Fondo Estabilizador del Trigo Argentino), que Feletti armó para subsidiar el valor mayorista de la harina para panaderías.
Esta fue una de las decisiones más polémicas, porque dicho fideicomiso -que se nutre de la suba de retenciones a la soja y es administrado por el propio Estado- recibió el rechazo de prácticamente todo el sector molinero, ya que nadie cree que pueda funcionar demasiado tiempo y se sospecha que es un traje a medida de una sola empresa, la dominante del mercado, Molinos Cañuelas.
El problema es que Molinos Cañuelas (y su controlada Molinos Florencia) recibió más de 1.300 millones de pesos del FETA como anticipo, aún cuando la empresa ingresó en convocatoria de acreedores en 2021, con deudas por más de 1.300 millones de dólares. En ese pasivo hay más de 2.500 millones de pesos de deuda con la AFIP.
Hasta ahora solo 4 grupos molineros se sumaron al FETA sobre un universo de 160 molinos (Cañuelas, Molisud, harinas Bajo Hondo y Morixe). Pero como el gran beneficiario de este operativo maneja cerca del 20% de la molienda total y comenzó a vender harina más barata (financiada con el dinero público), muchos otros molinos se han visto obligados a plantease el ingreso al sistema, y que de otro modo perderían clientela frente al grupo Cañuelas. La harina subsidiada se vende a unos 1.200/1.300 pesos por bolsa de 25 kilos, mientras que sin subsidio el valor real de mercado es de 1.700/1.800 pesos.
Por eso en las últimas horas se conoció el ingreso semi-forzado al FETA de otras dos empresas: Molinos Tassara y Molinos Pehuajó. Ambos tienen poco volumen de la molienda, pero en términos absolutas elevaron un 50% el nivel de adhesiones a este fideicomiso.
Lástima que Hang se la perdió.