La segunda edición de la “guerra comercial” se está configurando como un fenómeno de escala global que podría generar nuevas oportunidades para las naciones sudamericanas.
La semana pasado primer ministro Justin Trudeau afirmó que Canadá impondrá un arancel del 100% a la importación de vehículos eléctricos chinos, además de otro arancel del 25% al acero y aluminio importados de la nación asiática.
La respuesta china a esa medida llegó este martes al anunciar que iniciará una “investigación antidiscriminatoria” en relación con los aumentos de aranceles por parte de Canadá a los vehículos eléctricos, así como a los productos de acero y aluminio importados de China, informó hoy martes el Ministerio de Comercio chino.
A modo de represalia, el gobierno chino liderado por Xi Jinping dará comienzo a investigaciones antidumping sobre “importaciones de colza y ciertos productos químicos canadienses”, según informó la agencia oficial Xinhua.
Datos estimados por el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) indican que en el ciclo comercial 2024/15 China importaría 4,0 millones de toneladas de colza, la mayor parte de las cuales provienen actualmente de Canadá.
Un bloqueo comercial a la colza canadiense obligaría a China a buscar proveedores alternativos de colza –como puede ser el caso de Australia o Ucrania– o bien nuevos orígenes de esa mercadería. Otra posibilidad es que el gobierno chino propicie la búsqueda de fuentes alternativas de proteínas vegetales, con la soja a la cabeza.
El conflicto con Canadá está lejos de tratarse de una cuestión aislada, dado que la recientemente la Comisión Europea decidió imponer un arancel a la importación de vehículos eléctricos chinos para intentar bloquear el ingreso de tales productos, lo que motivó que el gobierno de Xi Jinping abriera investigaciones orientadas a imponer –a modo de represalia– sanciones a productos cárnicos y lácteos europeos.
Otro disputa se abrió con la fijación de aranceles provisionales por parte de la UE-27 a las importaciones chinas de biodiésel chino por presunto antidumping.
En tanto, la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. inició recientemente una investigación orientada a detectar irregularidades en la importación de aceite usado para la elaboración interna de biodiésel, insumo que proviene mayormente de China.
Por otra parte, en caso de resultar ganador de las elecciones presidenciales en noviembre próximo, el candidato republicano Donald Trump pormote reinstalar la “guerra comercial” instrumentada con China durante su primer mandato (2017/2020).